Durante años se han vendido infinidad de audiolibros que en teoría contenían mensajes subliminales que simplemente por el hecho de escucharlos se suponía que mejoraban la autoestima, aumentaban la motivación, se hablaban idiomas sin darse cuenta ect. Lo cierto es que la eficacia de dichos métodos es más que dudosa y nunca han demostrado lo que prometían.

 

Las expectativas si  funcionan

Grenwald y colaboradores hicieron un curioso estudio. Realizaron un test con unas grabaciones que se suponían que aumentaban la autoestima y la memoria con mensajes subliminales debajo de un fondo musical y que además eran las más vendidas en EEUU. El experimento consistía en hacer dos grupos uno para aumentar la autoestima y otro para ganar en memoria. A todos los individuos (independientemente del grupo) se les paso un test previo midiendo ambos parámetros.

Con el fin de poner a prueba hasta que punto funcionaba el método, cambiaron las etiquetas y a los del grupo de memoria les dieron las grabaciones de autoestima (deliberadamente mal etiquetadas) y viceversa. Cuando termino el experimento se volvió a pasar los test y no se observó ningún cambio medible para ningún grupo. Lo curioso del resultado es que los del grupo de autoestima a pesar de haber estado escuchando grabaciones sobre la memoria sin saberlo, afirmaban que habían aumentado su autoestima y lo mismo sucedió con los del otro grupo. De donde se deduce que cualquier efecto percibido  como positivo en cualquier mensaje subliminal se debe más a las expectativas de las personas que a un efecto del propio mensaje.

Mensajes_subliminales Un mensaje muy poco sutil



La publicidad subliminal menos potente que la normal

El mito arranca en 1957 donde en un autocine mientras se proyectaba una película llamada Picnic se insertaba subliminalmente cada pocos segundos la frase beba Coca-Cola. Según los autores del estudio se batieron records de ventas e incluso se quiso ver en aquel experimento un medio para controlar la mente. El experimento de científico no tuvo nada, puesto que no se controlaron las mínimas condiciones como para afirmar tal éxito. Otros experimentos posteriores con un mayor rigor compararon las diferencias de sujetos sometidos a publicidad subliminal y normal separadamente y en conjunto. Los datos indicaron una gran eficacia para la publicidad normal y que la publicidad subliminal estaba muy lejos de mejorar estos resultados.

Lo enigmático se mantiene en el tiempo

Aunque se ha demostrado sobradamente que los mensajes subliminales tienen una escasa potencia, lo cierto es que como transmiten la sensación del control de la mente, se mantiene la creencia popular de que debe existir un medio para controlar a las masas o para vender productos que no queremos. El mito se impone a la realidad.

Lo  familiar es lo preferido

Un estudio realizado por Robert Zajonc consistió en enseñar subliminalmente un ideograma chino a estudiantes americanos. Después ese ideograma se mezclaba con otros y se invitaba al estudiante a elegir su favorito. Resulto que siempre el predilecto era el que se había pasado antes, aunque no eran conscientes de ello. De esta forma vino a demostrar que lo más familiar resulta también lo preferido.

En resumen es cierto que los mensajes de forma repetida tienen una influencia notable en la mente. También que las marcas, personas ect cuanto más conocidas son….mejor nos caen, pero entre un mensaje claramente expuesto y uno subliminal la ventaja siempre es para el primero que al ser más claro y con más matices tiene un efecto mayor. La posibilidad de controlar a las masas a través de mensajes subliminales está más cerca de la ciencia ficción que de la realidad.

Francisco Menjón

Anagnor Psicólogos