La investigación determinó que el abejorro común (Bombus terrestris) y la abeja europea (Apis mellifera) no son capaces de detectar la presencia de los tres pesticidas neonicotinoides más comunes, que actúan en el sistema nervioso central de los insectos.Cuando se les dio a elegir entre una solución de azúcar, y otra con azúcar y pesticidas, eligieron la segunda opción, dijo Geraldine Wright, coautora del trabajo en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Newcastle (Reino Unido).
"Las abejas no pueden distinguir los neonicotinoides en su comida y, por lo tanto, tampoco evitarlos. Esto las pone en riesgo de intoxicación cuando comen néctar contaminado. Y lo que es peor, ahora tenemos evidencias de que prefieren consumir comida con pesticidas", señaló Wright.
Los insecticidas actúan como adormideras
El descubrimiento aumenta la preocupación por la alarmante disminución de las abejas que se ha detectado en los últimos años. Esto tiene un trasfondo económico muy significativo, pues se estima que su participación en la elevación del rendimiento de los cultivos representa, a nivel mundial, más 150 mil millones de dólares al año.
Los neonicotinoides actúan sobre los mismos mecanismos del cerebro en las abejas, que los que se ven afectados por la nicotina en el cerebro humano, lo cual hace pensar en un efecto de droga que hace más placenteros los alimentos contaminados con esos pesticidas.
Jane Stout, profesora de botánica y coautora también del estudio en la Facultad de Ciencias Naturales en el Trinity College, de Dublín, Irlanda, dijo que los resultados ponen en duda los esfuerzos por proporcionar alimentos alternativos, ante la posibilidad de que las abejas terminen eligiendo los contaminados.
La comprensión de los efectos de los insecticidas neonicotinoides en abejas es vital debido a descensos detectados en la diversidad de abejas y distribución de las colonias que tienen papel crucial como polinizadores en los ecosistemas y la agricultura. Los neonicotinoides son sospechosos de representar un riesgo inaceptable para las abejas, en parte debido a su absorción sistémica en plantas, y por lo tanto, la Unión Europea ha introducido una moratoria de tres neonicotinoides como revestimientos de semillas en la floración de cultivos que atraen a las abejas. Algunos han criticado esta moratoria por estar basada en argumentos débiles, sin embargo este estudio demuestra todo locontrario. Por lo tanto, tal uso insecticida puede suponer un riesgo importante para las abejas silvestres en paisajes agrícolas, y la contribución de los pesticidas a la disminución mundial de las abejas silvestres puede haber sido subestimado. La falta de una respuesta significativa en las colonias de abejas sugiere que los efectos de plaguicidas neonicotinoides sobre las abejas no siempre pueden ser extrapolados a las abejas silvestres.
