En España y Estados Unidos son los dos países donde más aumentó la desigualdad si ésta se mide comparando hogares en el nivel superior con hogares en el nivel inferior; las variaciones de la distribución salarial y las pérdidas de empleos determinaron el 90 por ciento del incremento de la desigualdad en España y el 140 por ciento en los Estados Unidos.

Esta es una de las conclusiones del décimo octavo Informe Mundial sobre Salarios 2014-2015. En los países desarrollados donde la desigualdad de la renta familiar aumentó, otras fuentes de ingresos contrarrestaron, aproximadamente, una tercera parte del aumento de la desigualdad debida a variaciones de los salarios y del empleo. Varias economías emergentes y economías en desarrollo registraron una reducción de la desigualdad. En estos países, el factor predominante fue la distribución más equitativa de los salarios y del empleo remunerado.

Los salarios constituyen la principal fuente de ingresos familiares. El importante papel de los salarios en la desigualdad a nivel del hogar puede deberse a que, tanto en las economías desarrolladas como en las economías emergentes y las economías en desarrollo, estos representan la principal fuente de ingresos de los hogares. En el caso de las economías desarrolladas, los salarios en bruto constituyen entre el 70 y el 80 por ciento del total de ingresos de aquellos hogares que tienen al menos un miembro en edad de trabajar; hay que señalar que pueden existir variaciones sustanciales entre los países de dicho grupo.

En  todos los países las minorías son las que más sufren la desigualdad En todos los países las minorías son las que más sufren la desigualdad



En el caso de las economías emergentes y economías en desarrollo estudiadas en el informe, la contribución de los salarios a la renta familiar es más reducida, y oscila entre un 50 y un 60 por ciento en la Argentina y el Brasil, hasta un 40 por ciento en el Perú y un 30 por ciento en Vietnam. En dichos países, los ingresos procedentes del empleo independiente representan, por lo general, una proporción mayor de la renta familiar que en las economías desarrolladas; este es particularmente el caso de los hogares de bajos ingresos. Sin embargo, tanto en las economías desarrolladas como en las economías emergentes y en desarrollo, las fuentes de ingresos de los niveles superiores e inferiores son más diversas que en los niveles medios, donde los hogares dependen más de los salarios. En las economías desarrolladas, las transferencias sociales desempeñan un papel importante como asistencia a los hogares de bajos ingresos, mientras que en muchas economías emergentes y en desarrollo los hogares de bajos ingresos dependen sobre todo del empleo independiente.

El crecimiento salarial mundial sufrió una desaceleración en 2013 en comparación con 2012, y aún tiene que recuperar los niveles anteriores a la crisis El crecimiento del salario real sufrió una drástica caída durante la crisis de 2008 y 2009, registró cierta recuperación en 2010 y posteriormente una nueva desaceleración. En algunos casos –como los de España, Grecia, Irlanda, Italia, Japón y Reino Unido–, el nivel del salario medio real en 2013 fue inferior al de 2007.