La cueva de Altamira es Patrimonio Mundial desde 1985. En estos días el patronato ha decidido que se abre la cueva a los turistas. Lleva cerrada desde 2002 por el peligro de deterioro de uno de los yacimientos más importantes del mundo.

Cueva de altamira Cueva de Altamira, la original



Dieciocho profesores -seis catedráticos y doce profesores- del departamento de prehistoria de la Universidad Complutense, apoyados por el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han dirigido una carta a la Unesco en la que pedían que no se abriese la cueva a los turistas. Este es un resumen de la carta:

"El Ministerio de Cultura decidió cerrar la cueva al público en 2002 y pidió al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que llevara a cabo un seguimiento detallado del microclima de la cueva. Esta acción se desarrolló entre 2002 y 2012. El equipo del CSIC ha publicado un resumen de su trabajo en un artículo en la prestigiosa revista Science. Esta investigación muestra que la presencia humana y la iluminación asociada con ella dañan la pintura perceptiblemente. Por lo tanto, la cueva debe permanecer cerrada.

Cueva de Altamira, esquema Planos de la cueva original



En contra de esta recomendación, el Ministerio de Cultura se ha negado a publicar el informe completo presentado por el equipo del CSIC y ha promovido en todos los sentidos la apertura de la cueva a los visitantes".

Según los profesores, el ministerio encargó un segundo estudio que prejuzgaba el resultado, la apertura de la cueva a los visitantes. Los firmantes se refieren también a la presión de las autoridades locales y autonómicas sobre los medios de comunicación para que pidiesen la apertura porque creen que favorecerá el turismo.

Esta actitud, dice la carta, desvaloriza la réplica, un trabajo de calidad excepcional y alto coste –se refieren a la cueva construida en el museo-.  “Ya hemos visto, dicen los profesores, que el informe del CSIC desautorizaba con claridad esta apreciación con datos estrictamente científicos. Tampoco los datos de 2014 suponen el más mínimo aumento de visitantes, a pesar de la posibilidad de ser elegido para entrar en la cueva y contemplar directamente las pinturas paleolíticas".

Cueva de Altamira, museo La réplica en el museo de Altamira



“En conclusión, los estudios científicos realizados entre 2002‐2012 manifestaron en detalle los graves peligros que acarreaba la apertura de la cueva a los visitantes y, por lo tanto, la necesidad de mantener la cueva cerrada con el fin de cumplir con el mandato de la UNESCO con respecto a los sitios del Patrimonio Mundial. Sin embargo, el director del Museo de Altamira ha declarado que para Altamira "la conservación es el medio, pero el fin, por supuesto, es el uso, la utilización sostenible" de la cueva. Esto está en contradicción directa con las prioridades establecidas por la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural: ("... identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras..."). Puesto que ni la evidencia científica ni el número de visitantes previstos apoyan la apertura de la cueva, sólo queda reconocer que es la presión política y las posiciones electoralistas las motivaciones que subyacen a las acciones adoptadas por el Ministerio de Cultura de España".

Los firmantes de la carta contrastan la diferente actitud de las autoridades francesas con la cueva de Lascaux, que, pese a los informes favorables, no han autorizado su apertura y han potenciado las visitas a la réplica.

"Creemos –termina la carta- que la UNESCO y otros organismos internacionales comprometidos con la preservación del patrimonio cultural deben tomar nota de los peligros que las decisiones políticas suponen para la conservación de Altamira".

La carta fue enviada a la UNESCO el 17 de diciembre de 2014.

Jesús Álvarez Sanchis es el  Director del Departamento de Prehistoria Universidad Complutense de Madrid Facultad de Geografía e Historia. Él, 5 catedráticos y 12 profesores fueron los firmantes, con el apoyo del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)