Si eres de los que has empezado el año motivado con eso de que en 2018 no vas a saltarte la dieta y vas a llevar una vida más sana, yo que tú esperaría al 7 de enero para ser más honesto contigo mismo. Aunque creas que las navidades ya se han acabado, todavía queda el número final: el Día de Reyes. Y es que el día 6 lleva implícito en su nombre ese dulce tradicional con el que se nos hace la boca agua cada año. El inigualable, el inimitable, el imprescindible Roscón de Reyes.

¿Cuánto sabemos sobre él a pesar de que lleva conviviendo con nosotros siglos de tradición?

El origen nada que ver con los Reyes Magos

Al contrario de lo que muchos podríamos pensar, el origen del Roscón se remonta a las saturnales romanas, aunque en la actualidad algunos lo relacionan con una representación complementaria y comestible de la corona de adviento. ¿Qué eran las saturnales romanas? Se trataba de fiestas dedicadas al dios Saturno cuando el pueblo romano celebrara los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Era en ese momento cuando empezaron a surgir los primeros roscones: unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos.

¿Por qué un haba y una sorpresa?

Una vez que se popularizaron este tipo de dulces y con el paso de los siglos, comenzó a introducirse un haba, que se consideraba todo un símbolo de prosperidad y  fertilidad. El que la encontraba era todo un afortunado. El que tenía el haba, era el amo del cotarro.

La tradición perduró y en Francia se empezó a celebrar desde la época Medieval la fiesta del haba. En ella se hacía un bollo de forma redonda en el que se introducía la legumbre. Y el que la descubriera era coronado rey durante ese día. ¡Menudo honor!

Y claro, esa costumbre tan popular, también dio el salto a las altas esferas cuando el cocinero de la corte de Luis XV, rey de Francia, decidió introducir una joya en el roscón para causar furor entre sus asistentes. Como la joya no estaba al alcance de todo el mundo, las clases populares lo adaptaron a su nivel, y fue cuando comenzaron a introducirse moneditas y posteriormente figuritas hasta llegar a la actualidad.

28 millones de roscones

En 2015 la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC) publicaba que en esas navidades se consumirían 28 millones de roscones en toda España. Todavía no se conocen cifras sobre este año, pero no andarán muy lejos: un 55% de los roscones de Reyes que se consumen en nuestro país durante el periodo navideño. También ojo al dato, porque nos gusta lo clásico. El más consumido es el elaborado con la receta tradicional, sin relleno o con relleno, siendo el de nata el más solicitado entre los que se presentan en este formato, con un 75%.

250 calorías por porción

¿Muchas? ¿Pocas? ¿Qué opinas? Nada más y nada menos que 250 calorías por porción que te comas este Día de Reyes. Y sabemos que no será solo una, no te engañes. No es de los postres navideños que más calorías contiene ni mucho menos, ya que el aporte de grasas es relativamente pequeño, pero también tiene un alto contenido en proteínas porque utiliza alimentos como los huevos o la leche para la elaboración del relleno, tal y como indican en este análisis nutricional de Vitónica. 

En comparación con sus coetáneos dulces navideños, una porción de turrón aportaría 200 calorías frente a las 120 de un polvorón o las 80 de un mazapán. Pero ojo, que por esa cantidad de calorías tienes opciones mucho más sanas como un sandwich de pan integral con queso Edam y tomate, una ensalada de atún, cuatro manzanas incluso, si quieres darte un capricho, dos cervezas.

Miles de euros y lingotes de oro de premio

Si lo del haba y la sorpresa te parece casposo, que no nos falte la innovación para vender roscones. Eso es lo que tuvieron que pensar en esta confitería leonesa,  Confitería ‘Conrado' en La Bañeza, que lleva años manteniendo esta tradición. Este año esconden 9.000 euros en uno de sus roscones de Reyes. Pero ojo que ahí no acaba la cosa. También hemos encontrado roscones con lingotes de oro dentro. Sin duda, toda una dulce fortuna.

Relleno de natillas, de frambuesa o de yogur búlgaro

Lejos quedan el relleno de trufa, crema o nata típico de los roscones más tradicionales. Los maestros pasteleros de todo el país han decidido darle una vuelta de tuerca all Roscón para conquistar a los paladares más exigentes. Algunos ejemplos son el relleno de frambuesa en Mama Framboise, el de crema quemada en Oriol Balaguer, o de yogur búlgaro o natillas de Nunos. Por variedad no será. Elijas esta opción o la más tradicional, no pienses en las calorías y disfruta de este dulce. Que oye, una vez al año, no hace daño.