"Espesad mi sangre. ¡Cerrad el paso al remordimiento, para que ninguna compasión humana turbe mi cruel propósito ni se interponga entre él y su efecto! ¡Venid a mis pechos de mujer, y convertid mi leche en hiel, ministros del crimen, donde quiera que vuestras sombras invisibles acechen al servicio del mal!". Macbeth (Acto I, escena 3), William Shakespeare

Estas palabras de Lady Macbeth en la obra de Sakespeare, nos adentran en una de sus obras más dramáticas donde analiza descarnadamente la ambicíon humana y los cadáveres que puede producir la lucha por el poder. Fue la primera obra teatral del genio inglés que Verdi eligió para realizar una ópera maestra en la que cuida todos los detalles musicales y de la historia exigiendo mucho a su libretista. La meticulosidad del proceso compositivo y el insaciable perfeccionismo al que sometió a los intérpretes del estreno dan fe de hasta qué punto el compositor se sintió comprometido con su creación. Los versos fuertes y concisos fueron el fermento perfecto para una partitura de sobrecogedora fuerza teatral. Verdi parecía descubrir un potencial expresivo para él desconocido hasta entonces, en el que no haría sino seguir ahondando a lo largo de su trayectoria.

El teatro real presenta la ópera de Verdi, en versión concierto, con Plácido Domingo como protagonista. Con ella se cierra la temporada 2016-2017. Serán tres horas intensas en las que el gran tenor español, Plácido Domingo, nos dará una muestra más de su maestría como uno de los cantantes más grandes de la historia moderna.