La tela de araña es conocida por sus propiedades mecánicas extremas, esta fibra natural es más resistente que cualquier otra fibra hecha por el hombre. Es veinte veces más fina que un cabello humano. La tela o seda –como prefieren llamarle algunos científicos- de araña también se ha utilizado en la medicina tradicional para detener hemorragias y para mejorar la cicatrización de heridas. 

Un equipo dirigido por Anna Rising, del departamento de neurobiología del Instituto Karolinska de Suecia ha conseguido producir tela de araña artificial a través de bacterias que producen proteínas de seda de araña. 

La tela de araña es un material atractivo, bien tolerada cuando se implanta en los tejidos, es ligera pero más fuerte que el acero, y también es biodegradable. Sin embargo, las arañas son difíciles de mantener en cautividad y que gen eran pequeñas cantidades de seda. Por lo tanto, cualquier producción a gran escala debe implicar el uso de proteínas de la seda artificial y procesos de hilado. Un proceso de hilado biomimético (que imita la naturaleza) es probablemente la mejor manera de fabricar fibras que se asemejan a la tela de araña real. Hasta ahora, esto no ha sido posible debido a las dificultades para obtener proteínas de seda de araña solubles en agua a partir de bacterias y otros sistemas de producción.

La tela de araña está hecha de proteínas que se almacenan como una solución acuosa en las glándulas de seda, antes de empezar girar en una fibra. La investigadora Anna Rising y sus colegas Jan Johansson y Marlene Andersson de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas y del Instituto Karolinska han demostrado previamente que existe una impresionante gradiente -intensidad de aumento o disminución de una magnitud variable, y curva que lo representa- de pH en la glándula de seda de araña, y que este gradiente de pH bien regulado afecta a partes específicas de las proteínas de tela de araña y se asegura de que las formas de fibra se fijen rápidamente en un lugar definido del aparato de producción de tela.

Este conocimiento ahora se ha utilizado para diseñar una proteína de seda de araña artificial que puede ser producido en grandes cantidades en las bacterias, lo que hace que la producción sea viable e interesante desde un punto de vista industrial. "Para nuestra sorpresa, esta proteína artificial es tan soluble en agua como las proteínas de seda de araña natural, lo que significa que es posible mantener las proteínas solubles en concentraciones extremas", dice Anna Rising.

Para imitar la glándula de tela de araña, el equipo de investigación construyó un aparato de hilado simple pero muy eficiente y biomimético -soluciones tecnológicas inspiradas en los diseños de la naturaleza- en el que pueden girar fibras de kilómetros de largo solamente mediante la reducción del pH.

"Hemos diseñado un proceso que recapitula muchos de los mecanismos moleculares complejos de hilado de seda natural. En el futuro esto puede permitir la producción industrial de la tela de araña artificial para aplicaciones de biomateriales o para la fabricación de textiles avanzados ", reseña Anna Rising.

Entre los autores que han participado están también investigadores de la Universidad de Donghua (China), Universidad Politécnica de Madrid (España), Universidad de Oxford (Reino Unido), KTH Royal Institute of Technology (Suecia), la Universidad de Uppsala (Suecia) y la Universidad de Lund (Suecia).

Más información: http://ki.se/en/research/possible-to-spin-artificial-spider-silk