Judías blancas con almejas.

¿Con qué?

Cuatrocientos gramos de judías blancas, un kilo de almejas, aceite de oliva virgen extra, una punta de jamón, una copa de vino blanco seco, dos hojas de laurel, una cebolleta, un tomate mediano, sal y perejil.

¿Cómo?

Deberemos poner las judías blancas –recomendamos las judías de Segovia que son especialmente buenas- en remojo el día anterior o al menos durante tres horas. En una cazuela u olla exprés se pone agua fría, la punta de jamón, las judías blancas y las dos hojas de laurel. Se escaldan, es decir, cuando empieza a hervir se añade media copa de agua fría que rompe el hervor; la operación se repite tres veces, el fin de esto es que las judías permanezcan enteras al final. En el último hervor, antes de cerrar la olla exprés, se retira la espuma que hacen las judías, con esto se evita, en gran medida, los gases después de comer y ponemos la cebolleta, el tomate y salamos. En olla exprés tendrán que cocer doce o veinte minutos y dejar enfriar, en olla normal, a fuego medio se comprueba de vez en cuando el estado de cocción, pero necesitarán, por lo menos, una hora. Las almejas las pondremos en agua fría y sal para limpiarles la arena, durante un par de horas. Mientras se hacen las judías vertemos en una sartén un par de cucharadas de aceite y un vaso de agua y, cuando está caliente, se echan las almejas, un poco de vino, dejamos que hiervan durante ocho minutos, hasta que se abran. Las echamos en las judías y removemos para mezclar bien los sabores. Se sirve cuidando que cada comensal reciba varias almejas.  

Solomillo de cerdo encebollado.

¿Con qué?

Dos solomillos de cerdo –los de ibérico son más jugosos y caros- tres cebollas dulces, aceite de girasol, pimienta, sal y una copa de vino blanco.

¿Cómo?

Dos horas antes, los solomillos se ponen a macerar con el vino blanco. En una fuente de horno colocamos, en la base, las cebollas cortadas en juliana, sobre ellas los dos solomillos, salpimentamos, rociamos con bastante aceite de girasol, el resto del vino e introducimos en el horno a 190º C durante treinta minutos, cuidando de dar la vuelta a los solomillos para que se hagan de forma uniforme y, si se secan mucho, vertemos un poco de agua caliente. Servimos el solomillo en rodajas acompañado de la cebolla.

Medio pomelo con miel de romero, partir cada pomelo por la mitad y rociar en cada medio una cucharada de miel de romero, antes de empezar a comer y servir medio pomelo con miel a cada comensal.