La falta de costumbre de llevar mascarillas pasa factura hasta que uno se habitúa a ellas. La principal molestia de su utilización aparece en las orejas.

El uso durante largas horas y mascarillas con tiras poco elásticas pueden crear rozaduras y eccemas en la parte posterior de la oreja.

Para evitar estas situaciones, ha surgido una serie de remedios con los que evitar el dolor generado por la utilización de la herramienta de prevención.

Desde ElPlural.com te mostramos algunos de los trucos con los que mejorarás tu práctica con las mascarillas y esquivarás las molestas heridas formadas por el roce de las tiras.

1. Cortar un trozo de una camisa vieja

Utilizamos una camisa que no nos sirva. Da igual el estado en el que esté. Lo más importante es que cuente con botones.

Cogemos una tijera y cortamos la parte de tela de los botones de la camisa. La distancia es desde un botón a otro. Tras recortarlo, nos quedará una tira de algodón con dos botones. A ellos habrá que colocar las tiras de la mascarilla y así se evita la colocación de estas en las orejas.

El trozo de tela se amolda bien a cualquier parte de la cabeza, lo que hace que se pueda poner a gusto de la persona.

Esta idea fue expuesta en Tik Tok por el usuario @piodelcas, del que a continuación se muestra el vídeo explicando cómo llevarlo a cabo.

@piodelcas

Usas mascarilla frecuentemente y te has lastimado la oreja? Aquí te doy un truco ##covid19 ##coronavirus ##quedateencasa ##cuarentena ##consejospracticos

♬ original sound - piodelcas

2. Correas de plástico

Desde el inicio de la crisis del coronavirus y viendo la poca protección de algunos de los sanitarios, se viralizó la fabricación una correa de plástico que permite enganchar la mascarilla según el tamaño de la cabeza.

Los salvaorejas son un buen método para evitar el dolor de orejas de las mascarillas

A pesar de tener una funcionalidad similar a la de la camisa, el plástico es un material más duro que la tela, por lo que, aunque es un elemento útil, puede dejarnos marcas si lo usamos durante largas horas.

3. Ganchos de goma

Con una funcionalidad parecida, se puede utilizar como elemento de prevención de dolores una cinta de goma con dos ganchos.

En cualquier mercería se puede encontrar el gancho elástico. En cada punta de la goma viene un gancho que se introduce en los dos lados de la mascarilla

Tras enganchar las tiras se puede colocar, según sea más cómodo y evitar heridas en la parte posterior de las orejas.

Esta idea fue compartida por la tuitera @_albaribas y así es el resultado:

4. Un imperdible

Usar un clip es una de las formas más sencillas, pero no es la más eficaz. Se puede agarrar cada tira de la mascarilla y no se descolgará por su cerrada función.

Pero es cierto que el imperdible no es tan elástico como lo puede ser la tela y puede terminar desplazando las tiras hasta que se coloquen en las orejas. Es una alternativa rápida pero también es la menos eficaz.

Este método fue compartido por la tuitera @FZammma:

Prevenciones ante el uso de la mascarilla

A pesar de utilizar herramientas que sirven como remedio para provocar irritaciones en nuestras orejas, la mascarilla y nuestra falta de costumbre pueden provocar heridas y problemas añadidos.

Se pueden llegar a producir lesiones cutáneas y muchos dermatólogos señalan que la principal es el roce.

Algunas mascarillas, como las quirúrgicas, van un poco apretadas, lo que genera irritación en la zona que se encuentra detrás de las orejas y, en ocasiones, presiones en la parte inferior de la cara.

Los roces deben ser protegidos antes del uso de la herramienta de prevención, por ello hay que mantener la hidratación de las zonas que más sufren su uso.

Hay que evitar los jabones y los limpiadores irritantes y utilizar crema o remedios hidratantes para evitar que nuestra piel sufra daños que, a la larga, puedan convertirse en un problema grave.

En el caso de la nariz, las mejillas o las orejas, se puede utilizar la vaselina como medio de hidratación con el que hacer frente a posibles heridas.

La crema reparadora puede ofrecer una hidratación necesaria para luchar contra las marcas que las mascarillas generan en nuestro rostro.

Si se producen heridas, lo normal es usar cremas que puedan rebajar la inflamación. Al principio se genera como roce, pero puede transformarse hasta convertirse en un eccema. Cualquier crema antiinflamatoria y con corticoides puede hacer frente a las marcas provocadas.

Las cremas de hidratación pueden servir como barrera sobre la piel para que esta no sufra ningún tipo de molestia. La vaselina también sirve para hacer el efecto barrera.

Si se ha formado un eccema es necesario aplicar la crema con corticoides tópicos durante, mínimo una semana, para ver desaparecer la rozadura y su dolor.

Otra de los efectos de las mascarillas son los granos en la parte inferior del rostro. Durante una jornada laboral, las largas horas de trabajo, el calor y la mascarilla presionan la parte baja de nuestro rostro y, en algunos casos, provoca la formación de granos debido a la presión.

Es por ello por lo que tras el uso del sistema de protección individual se puede utilizar un exfoliante para tratar de retirar los residuos generados por el uso y el roce.

En la misma ducha, se puede utilizar un gel facial exfoliante que sirva para eliminar la suciedad acumulada por el calor o la presión. Al ser un elemento de acción que trata de limpiar nuestro rostro, es necesaria la aplicación de crema hidratante tras su aplicación, dado que sino se notará una sensación de tirantez.