Rajoy ya se tendría que haber retirado a su trabajo de registrador de la propiedad, Rivera está jugando a lo que dicen en mi tierra “fer la puta y la Ramoneta” (que no es nada más que hacer una cosa y la contraria y nos queda Sánchez.

Sánchez piensa y hace bien, que los ciudadanos le han votado para ser oposición, la oposición y no dejar ese papel a los de Podemos que cada día pueden menos.

Sin ser un gran político creo que Sánchez hace bien en decir NO a Rajoy por muchas razones: no tiene nada que negociar con el PP pues se supone que no comparte nada con ese partido.

Tras las elecciones de diciembre Rajoy se quedó paralizado. Le dijo no al Rey y se echó en su tumbona. No habló con nadie. No hizo el mínimo esfuerzo y a pesar de eso ha tenido más votos.

Por lo tanto, ahora que trabaje, que se esfuerce que ya descansó bastante mientras Sánchez intentaba formar gobierno saboteado en todo momento por Podemos. Pero si las cosas siguen igual que a día de hoy Rajoy no sale Presidente.

Felipe Gonzalez desde Argentina le ha mandado el mensaje de que “aunque Rajoy no se lo merece, el PSOE debería abstenerse y dejar que el gobierno de Rajoy comenzase a trabajar. Pedro se niega y dentro del PSOE hay opiniones para todos los gustos, como siempre.

Pero a Sánchez le queda una maniobra por hacer. Llegar a la fecha de la investidura diciendo NO y horas antes dimitir como secretario general. Le sustituye cualquier otra persona con perfil más bajo que dadas las circunstancias decide que se van a abstener y a continuación se presenta de nuevo en el próximo Congreso del PSOE (que toca ya) como candidato a la Presidencia del Partido.

Y en ese Congreso puede ganar o no. Esa es la apuesta. A Felipe Gonzalez le salió bien cuando quería renunciar al marxismo. Pero Sánchez no es el Gonzalez de entonces. Sería una buena jugada. Al final le podría salir bien o mal, pero pasaría a la historia del PSOE como el secretario general que se negó a que gobernase la derecha.