Así, hay que poner de manifiesto que cuando la administración se implica las personas sin hogar responden. Las personas sin techo no lo son por voluntad, es más, cualquiera de nosotros en cualquier momento de nuestra vida puede entrar en una situación de riesgo y vulnerabilidad. En este sentido, el debate abierto interesadamente por Gallardón no deja de ser demagógico y pone en evidencia su falta de sensibilidad social.

Pinche aquí para ver más artículos de Pedro Zerolo