En España, el facherío nunca ha dejado de estar presente, pero pocas veces lo había estado de manera tan notoria como estas dos últimas semanas. Desde que Díaz Ayuso se preguntara si después de exhumar el cadáver de su Generalísimo lo siguiente sería quemar iglesias, hasta la entrevista de Pablo Motos el jueves a Santiago Abascal, han sido unos días repletos de manos alzadas y camisas nuevas.

Lo de la presidenta de la comunidad de Madrid se nos antojó en su momento una barbaridad, pero el gran español Ortega Smith (de los Smith de Cuenca de toda la vida) lo dejó en una niñería cuando vomitó que las Trece  Rosas fueron fusiladas justamente por ser violadoras y asesinas. Lo que viene a demostrar su falta de conocimiento histórico, porque de ser verdad, en vez de haber sido fusiladas, les hubiera valido, como a tantos otros asesinos en aquellos tiempos, una condecoración y una pensión vitalicia del Régimen.

Pensión como la que Franco dejó a la congregación benedictina que vigila y honra su cadáver en el Valle de los Caídos y que ahora, en justa compensación, está dispuesta a rezarle a Dios muy muy fuerte, para que impida que la momia de quien guió nuestros destinos durante cuarenta años sea ultrajada. Y sería muy injusto que no lo hicieran, después de tantos años recibiendo 340.000 € anuales para sus gastos, entre los que  incluyen "llevar de excursión a los niños de la escolanía". Que los pobres niños agradecen mucho cambiar el aire en la nuca por el aire en la cara, aunque sólo sea de vez en cuando.

A estos actos hay que añadir el homenaje en Málaga a Antonio Tejero, el discurso político del general Pedro Garrido, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, en el acto de homenaje a la patrona del cuerpo y, como colofón, la ya mencionada entrevista de Pablo Motos a Santiago Abascal en "El Hormiguero". Y es que, como dijo el propio Motos, estas cosas de entrevistar a los fascistas que intentan cargarse la democracia hay que normalizarlas. En su favor he de decir que la historia demuestra que en cuanto llegan al poder, ellos no ponen ninguna limitación a "entrevistar" a todos aquellos que piensan diferente.