A los ciudadanos comunes, o también los llamados de a pie, las alturas judiciales nos quedan demasiado lejos. Pero lo cierto es que además los jueces saltan, cada dos por tres, a la palestra informativa. Y sobre todo, aquellos ligados de modo a la corrupción, y los que asolan al Partido Popular de Don Mariano Rajoy Brey. Ese hombre nacido para no hacer casi nada y, sin embargo, ha llegado incluso a ser líder del Gobierno de España.

Lo que desconcierta a los que no estamos en ese mundillo del Derecho, es la percepción de que algo falla en el máximo valor de quienes deben aplicar la justicia que es la independencia. Como si alguien quisiera mandar en los jueces. Y es que pasito a pasito, parece que los populares ,en base a órganos máximos a cuya constitución no son ajenos los partidos como el decisorio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se encuentran con importantes picas en el Flandes de las instituciones de la Justicia.

López y Espejel han pasado una travesía del desierto hasta alcanzar el mismo punto de partida, pero mucho más allá

Si ya fue un motivo de sorpresa que dos jueces, Enrique López y Concepción Espejel, tuvieran que abandonar –recusados con el acuerdo del pleno de sus compañeros de la Audiencia Nacional- en distintas ocasiones el juicio del caso Gürtel por su proximidad al Partido Popular, más me admira la situación que al día de hoy se ha producido. Resulta que el tal López forma parte de la nueva Sala de Apelación de la Audiencia Nacional. No es un tema baladí pues significa que si por ejemplo los imputados en Gürtel son condenados, antes de acudir como ahora al Tribunal Supremo, irían a reclamar a esa Sala en la que el juez recusado para entender su caso, López, tendría que decidir junto a otros sobre la oportunidad o no de esa condena.

Y en cuanto a la magistrada recusada por la misma poco aconsejable cercanía a la formación en el Gobierno, Concepción Espejel, (querida Concha como la define María Dolores de Cospedal), este jueves ha sido nombrada por el CGPJ (once votos contra ocho) presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Es decir, un papel similar al de Salomón pero en jueza entendiendo de todos los asuntos que en la Audiencia Nacional se juzguen. Así, López y Espejel han pasado una travesía del desierto hasta alcanzar el mismo punto de partida, pero mucho más allá. Pienso que Rajoy Brey duerme hoy satisfecho. Me lo puedo imaginar pensando “¿No querías café? ¡Toma dos tazas!”.