El que ha ganado las elecciones es el PP aunque con una mayoría insuficiente pero deben ser ellos, la derecha española, la que debe aprender a pactar. Nunca lo han hecho en la historia reciente, excepto un paréntesis de cuatro años de José María Aznar.

Pactó con Covergencia i Unió en el Hotel Majestic después de oír el día de las elecciones en la calle Génova los gritos de “Pujol enano habla castellano”.

Salvando esa excepción la derecha española no ha pactado nunca con nadie y no sólo eso sino que en sus épocas de mayoría absoluta no ha sabido hacer amigos en ningún rincón del país.

Y pactar es complicado. Se necesita mucha cintura, flexibilidad, moderación, empatía, sentido común, respeto y sobre todo abandonar ambiciones personales y políticas.

El PP puede formar gobierno y debe hacerlo pero tendrá que poner en práctica métodos e ideas que unan y faciliten el diálogo con otros partidos. A una negociación se debe ir sin ropajes ni prejuicios.

Tendrá que sentarse a hablar con todos, incluidos los partidos que trabajan por la independencia de Catalunya y tragarse las enormes críticas al PSOE por si su secretario general se tomaba un café con Junqueras de ERC.

Con el PNV tendrá que hablar con presos y con Ciudadanos de caras nuevas.

Lo que no sabemos es si Rajoy está capacitado para ello. Yo creo que no, ya que su forma de vida es autista y muy partidario de que “el río fluya” (proverbio hindú) sin hacer nada.

Pero el PSOE debería apartarse del escenario principal. Por supuesto que debe estar dispuesto a pactar con todos los demás, leyes de Estado, pero nada más. Los socialistas deben reconstruir su discurso, saber quién lo va a liderar y quedarse en la oposición que duramente le querrá quitar Podemos.

El Partido Socialista fue un partido de clase, de la clase media y obrera y debe volver a sus raíces. Algunas personas estamos cansadas de oír hablar de centralidad, de los de arriba y abajo, de temas transversales.

De todo eso tiene que hablar el partido socialista y aunque resulte muy atractivo y sugestivo su porcentaje de anarquía y de que cada uno diga lo que piensa, creo que ha llegado la hora de crear un discurso único que defienda a los que más están sufriendo en estos momentos.

Por esa razón creo que el PSOE debe votar NO al Gobierno del PP, sea quien sea el hombre o mujer que lo presida. Dejar a las fuerzas conservadoras que se pongan de acuerdo y desde los valores de la izquierda reconstruya su centenario partido.