El descontento de la vieja guardia del PSOE va en aumento. Hasta el histórico Javier Solana ha puesto voz a esas críticas, al descalificar el funcionamiento del partido que dirige Pedro Sánchez. Éste sigue siendo el malo, para muchos de los veteranos: "Yo no estoy contento con nuestro partido. Vosotros tampoco estáis contentos con vuestro partido”. También invocó la necesidad de que el PSOE esté unido.

Esta declaración de Javier Solana quedó muy destacada en el periódico El País. Y me trajo el recuerdo de la antigua amistad que une a Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba con el periodista y alma mater de esa cabecera, Juan Luis Cebrián.

Y es que el bombardeo general sobre la actual dirección socialista es cada vez más intenso y sesgado. Lamento tener que decir que El País actúa como perejil de esa salsa. Para el catedrático de Sociología en la UNED y miembro de la dirección del PSOE, José Félix Tezanos, que intervino en la misma Escuela del Buen Gobierno en la que participó Solana, las encuestas que hacen los medios son “brujería”.

El bombardeo general sobre la actual dirección socialista es cada vez más intenso y sesgado

Tezanos criticó los sondeos de Metroscopia y de ese diario diciendo que apuntan ¡ay! a un Rivera en ascenso cuando en realidad Ciudadanos consigue esa posición por artilugios mientras Sánchez es el líder mejor valorado, y Mariano Rajoy Brey mejora para un sector, seguramente por su posición respecto a Cataluña.

En la notoria revista El Siglo, cuyo editor es José García Abad, e Inmaculada Sánchez su directora, dos periodistas de primera, se han publicado una serie de artículos sobre El País en los que puede leerse: “El declive de la era Cebrián: Fichajes hostiles en Prisa. La fundación que iba a presidir el que fue muchos años presidente de ese grupo editorial, congelada, casi sin apoyos en el accionariado y con el fondo de inversión Amber como accionista. Nada volverá a ser lo mismo en el imperio mediático fundado  por Jesús de Polanco”.

Cebrián intenta blindar su pérdida de ascendencia en el mismo momento en que esta cabecera deja de hacer guiños a la Moncloa y en especial a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, para jalear con entusiasmo al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y los suyos. Hay que concluir, por tanto, que en su día, eran algo más que rumores los movimientos de apoyo a la vicepresidenta del Gobierno, buena interlocutora con los financiadores del grupo Prisa.

Sea como fuere, es necesario recordar la importancia que tuvo y ha de tener la socialdemocracia en este país llamado España.