El agente de la Guardia Civil que durante el traslado de los presos políticos se dedicó a grabar este vídeo ha sido suspendido en funciones y acaba de abrirse un expediente disciplinario por estos hechos

En el vídeo puede comprobarse la actitud de quienes, siendo trabajadores públicos, han actuado sin ningún tipo de profesionalidad. Pretendiendo humillar a las personas que estaban trasladando. Y es que el hecho de poner la canción que puede escucharse es la muestra evidente del trato degradante e inhumano que se está dando a quienes deberían ser tratados con respeto. Mientras suena Soy un cabrón los agentes se ríen. A medida que van avanzando en su trayecto, van encontrándose con personas que, en la calle, se han concentrado para protestar contra la situación de los presos políticos y portan banderas esteladas y pidiendo libertad. Y precisamente los agentes se ríen (con maldad) de ellos. Por si hubiera dudas, el texto que acompaña al vídeo dice literalmente:  "Los golpistas ultranaZionalistas presos, parten hacia Madrid. Únicamente varias decenas de tristes, han acudido a despedirlos. Se acabaron los aquelarres junto a las carceles. Beautiful!! "

Este comportamiento evidencia que el comportamiento de los agentes dista mucho de lo que debería ser: una actitud profesional exige absoluto escrúpulo, ni el más mínimo gesto o señal que pudiera advertir ningún tipo de ideología o valoración. Precisamente para eso se les paga. Para que no alteren en absoluto las circunstancias, para que no generen inseguridad. 

Se ha suspendido al que graba el vídeo. Me parece lo justo. Pero no suficiente. ¿Qué sucede con los otros agentes que se ven en el vídeo, con esos que se ríen, que ponen una canción para que los presos la escuchen? Si no se toman las medidas correspondientes, lo único que se va a sancionar es el hecho de grabar el vídeo, cuando lo verdaderamente grabe es lo que muestran las imágenes. 

Y una reflexión: si esto es lo que hacen mientras graban, mientras saben que quedarán retratados, ¿qué podemos imaginar sobre aquello que no queda grabado?

Desde la misma cuenta (un perfil de momento anónimo pero que podría ser de la misma persona que graba el vídeo) se han publicado varios mensajes con evidentes insultos y ataques hacia el independentismo catalán. Aquí algunas muestras:

No es la primera vez que esto sucede. En el primer traslado, hace un año, estas imágenes dejaron en evidencia a tres agentes de la Policia Nacional:  En el vídeo puede escucharse perfectamente la conversación que mantienen mientras esperan la llegada del furgón que transporta a Oriol Junqueras

"Digo yo que estos (furgones) irán follaos"
"Las van a pasar hasta allí... su viaje no va a ser de placer" 
"Pero Junqueras va en un camión de ganado"
"Sale y se empotra con ese... con el Polo (risas)"
"Al osito (Junqueras) ya verás cómo le van a poner... Está llegando un osito a la cárcel. Hasta que lo cojan por detrás (risas)."
"Uy que si se le cae!...." (risas) 
"(Risas) ahí con unos lagrimones...."
"Le arreglan el ojo" 

En su momento este vídeo fue polémico. Lo que hemos podido saber después es que, efectivamente, algunos de los traslados (la mayoría) fueron un infierno para los presos políticos. Una conducción a gran velocidad, frenazos, volantazos que hacen caer al suelo una y otra vez a los que son trasladados con las manos esposadas, sin luz, sin poder ver hacia dónde les llevan. En algunos casos les ponían música en alto volumen con la clara intención de humillarles (como en el vídeo que ha motivado este artículo). 

Y esto es lo que se viene dando y previsiblemente suceda cada día en que haya que trasladarles desde los centros penitenciarios hasta la sala donde se celebre el juicio. Sin vídeos que demuestren lo que sucede, ¿quien puede garantizar un trato digno a estas personas? ¿Quien puede velar por los derechos más básicos y fundamentales mientras todo esto ocurre a manos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado? ¿En manos de quienes estamos? 

Es tremendamente grave lo que muestran estos vídeos. Es la punta del iceberg de comportamientos inhumanos, sin profesionalidad ni rigor, sin el más mínimo decoro y haciendo gala de una falta de profesionalidad escandalosa. 

¿Quién nos protege de quien se supone que debería protegernos?