Pedro Sánchez ha anunciado elecciones anticipadas y las reacciones, no por esperadas, dejan de ser significativas. El Presidente, ante la caída de los Presupuestos para 2019, se ha visto obligado a un adelanto electoral, pero ni siquiera este anuncio parece satisfacer a la irresponsable oposición de las derechas. Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal han salido en tromba a criticarlo todo. Casado y Rivera en rueda de prensa, y Abascal en Twitter. En este último caso, va quedando clara su escasa valía en el cara a cara. La queja central de Vox ha sido por qué ha tardado tanto tiempo en convocar.

El trío de la derecha se atribuyen el logro de la convocatoria: “Hemos tumbado a Sánchez. El PP ha conseguido que tirara la toalla”, dice Casado. El líder popular se ha venido arriba y, cómo no, además de hablar de Cataluña, ha recurrido a Venezuela mirando esta vez a Podemos. Rivera ha adjudicado a la manifestación en Colón del pasado domingo la categoría de promotora electoral. Y Santiago Abascal, desde su ordenador, ha llamado otra vez traidor a Sánchez y ha calificado, como siempre, de ilegítimo al Gobierno. Se supone que solo ellos tienen el derecho de apoyar a un candidato que no ha sido el más votado. Porque ellos lo valen.

Es público y notorio que la derechona siempre aplica la ley del embudo. Si  ellos hacen lo mismo, no hay mítines, no hay pacto de perdedores y no hay mediadores porque hacen las cosas como Dios Manda

Antes de anunciar que las urnas se abrirán el domingo 28 de abril, Pedro Sánchez comenzó su intervención haciendo un repaso de su corta estancia en Moncloa, lo cual fue interpretado como un mitin por la derecha. Algo que fue habitual, por ejemplo, en las legislaturas de Mariano Rajoy Brey. Es público y notorio que la derechona siempre aplica la ley del embudo. Si  ellos hacen lo mismo, no hay mítines, no hay pacto de perdedores y no hay mediadores porque hacen las cosas como Dios Manda. Todo lo contrario que la izquierda. Tanto es así, que hasta afearon al presidente del Gobierno el convocar elecciones el día de la maratón de Madrid. ¡Habrase visto! A quién se le ocurre poner el futuro del país por delante de una carrera. Y, por cierto, la exhumación del dictador Francisco Franco esta vez, sí parece que está al caer

Lo que está por venir es una incógnita. Y estamos ante uno de los escenarios más peligrosos de la democracia: la posibilidad de que llegue a Moncloa la ultraderecha. Al hilo de las predicciones de las encuestas de los últimos años, puede pasar cualquier cosa, pero está claro que PP, Ciudadanos y Vox sumarán un número importante de votos y, probablemente, les alcance para gobernar. Mientras que la izquierda del PSOE y de Podemos, de tener la posibilidad de formar gobierno, necesitaría del concurso de terceras fuerzas. Dicho en otras palabras, de los independentistas. Otra vez. Los mismos que, con el rechazo a los Presupuestos, han hecho caer a Sánchez, pueden ser los que le encumbren de nuevo. ¿O acaso Ciudadanos volverá al juego de cambio de cromos?

No hay que descartar nada. Pedro Sánchez ha sido dado por muerto demasiadas veces. Y esta vez, veremos qué pasará. Su libro, Manual de Resistencia, sale a la venta dentro de muy pocos días. Habrá que leerlo atentamente.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de El Plural.com