Dice Mariano Rajoy que la moción de censura que prepara Pedro Sánchez, debilita España. Al parecer, aunque nosotros en nuestra ignorancia no lo sepamos, lo que nos conviene en un momento de crisis como el que estamos viviendo, es que el PP se mantenga en el poder. Al fin y al cabo, después de tantos años de soportar el robo generalizado de las arcas del estado y de la más absoluta inoperancia política, no nos viene de un par de años más.

Dos años puede parecernos mucho, pero es lo mínimo que necesita el Partido Popular para terminar de eliminar pruebas, de influir en jueces y fiscales y, en fin, para intentar maquillar el pillaje generalizado al que han sometido al país. La excusa fundamental que utiliza el todavía presidente del Gobierno, es que en lo más agreste de la contienda catalana, un cambio de ejecutivo podría perjudicar los ingentes esfuerzos realizados hasta ahora para no hacer nada por solucionarla. 

Cuenta M. Rajoy con un gran aliado en su empeño por mantenerse en el poder: Albert Rivera. El político catalán piensa hacer todo lo posible para que Pedro Sánchez sólo vaya a la Moncloa de visita. Le aterroriza la posibilidad de que un gobierno socialista pudiera acertar, aunque fuera por casualidad, con alguna de sus medidas y que ello fuera en detrimento de sus posibilidades de ser el próximo presidente del Gobierno. Son las cosas que tienen los patriotas, que están dispuestos a darlo todo por su queridísimo país, siempre y cuando ese todo lo distribuyan ellos. 

Y mientras, ustedes, nosotros e, incluso, ellos (los que les votan) nos levantamos cada mañana con curiosidad y miedo al encender la radio o abrir el periódico. Hubiera sido mucho mejor que se hubieran puesto de acuerdo y nos lo hubieran robado todo de una sola vez, que empieza uno a estar ya muy harto de tanto caso aislado de corrupción.