Ha muerto Antoni Travería, sin duda un hombre bueno. Tuve la gran suerte de incorporarlo desde muy joven a mis proyectos profesionales, junto a un grupo de periodistas recién salidos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB. Y desde entonces, hasta la madrugada de este martes, vivió para su gran pasión el periodismo bien hecho y responsable.

Primero, en la radio, luego en la televisión, más tarde como director general de la Casa América Catalunya, siempre en la prensa escrita y como profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Ramon Llull, su buen hacer se hizo muy presente. Leal, minucioso, buen compañero, trabajó en RTVE en Catalunya y Baleares, fue corresponsal de TVE en Latinoamérica en donde se enamoró de la magia de aquel continente.

Así, decidió que su hija se llamara Amanda, en recuerdo imborrable de la canción del cantautor chileno, Víctor Jara, Te recuerdo Amanda, asesinado por la brutal represión del dictador Pinochet. Cuando el cantautor Raimon entonaba la misma canción, Toni rompía a aplaudir y Àngels, su compañera, y yo también, nos emocionábamos al oír, “Te recuerdo Amanda. La calle mojada. Corriendo a la fábrica. Donde trabajaba Manuel”.

El compromiso de Antoni Travería con América del Sur consiguió que la actividad de la Casa América Catalunya fuera imparable. Políticos, profesores, artistas, investigadores, encontraron su propio espacio en Barcelona donde dar a conocer sus trabajos. Entre otros galardones, recibió el premio del Festival BarnaSants y la insignia diplomática del Orden de Rio Branco, otorgada por Brasil.

Àngels, Amanda, no os olvidaré. Adiós Toni, allí donde estés, me tendrás siempre a tu lado.