Un mundo: una historia. Ése es el lema de la organización sin ánimo de lucro Orb Media dedicada a elaborar y promover la difusión de trabajos periodísticos que fusionan el análisis de datos masivos con el conocimiento científico, garantizando de ese modo el máximo rigor y objetividad de la información.

Su último informe ha analizado doscientas cincuenta muestras de agua mineral envasada en botellas de plástico con el objetivo de determinar la presencia de residuos de plástico. Las botellas seleccionadas para el estudio provenían de diferentes países del mundo e incluían a algunas de las principales marcas del sector.

Y los resultados son cuanto menos inquietantes. El 93% de las muestras analizadas contenían partículas de los diferentes polímeros empleados para la elaboración del envase y que entran en contacto con el agua de su interior, como el tereftalato de polietileno (PET) de la proforma con la que se elabora la botella, el poliestireno del sello de protección o el polipropileno del tapón.  

El informe no hace ninguna referencia a los efectos en la salud de este tipo de contaminantes, sino que tan solo confirma su presencia. Las posibilidades de que algunos de los compuestos presentes en el envase puedan migrar al alimento envasado en determinadas condiciones es algo que viene siendo denunciado por grupos ecologistas y asociaciones de consumidores desde hace años.

Las partículas detectadas en el agua envasada en botellas de plástico con un rango superior a las 100 micras de grosor (equivalente al de un cabello humano) fueron más de 10 por litro, mientras que el número de las partículas inferiores a ese tamaño (hasta un mínimo de 6,5 micras) fueron más de trescientas por litro.

Estos datos confirman que la presencia de partículas de plástico en el agua embotellada es mayor a la detectada en el agua de grifo, que fue analizada por la misma organización el pasado año.

El informe completo puede ser consultado en la página web de la organización (en inglés)