Compleja situación, desde luego,  la que atraviesa el  PSOE y su ejecutiva actual. No es, desde   luego, un pequeño problema. Todo lo contrario. Un eurodiputado del PSOE como Ramón Jáuregui, que es un veterano hasta ahora bastante sensato ha escrito en su blog un  artículo digamos importante.  En estos tiempos  tambaleantes, algunos señalan que Jáuregui puede estar enfadado porque le gustaría permanecer en la Eurocámara y no está claro que repita. Porque ha lanzado una bomba: Nunca seremos alternativa si proponemos viejas recetas de la antigua izquierda. Es decir, se trataría de potenciar una izquierda moderna y ejemplar. No como la de Portugal.

Pero el PSOE, frente a un PP acorralado por sus casos de corrupción que se están ventilando en sede judicial y cuyos militantes dan la espantá ante lo que se avecina, y ante unos Ciudadanos muy seguro de su victoria, se encuentra con un Podemos desmoronado, sin rumbo. Además, los soberanistas catalanes siguen abanicándose con el fantasma de la independencia y los nacionalistas vascos aguardan cautelosos: esperar y ver.

El eurodiputado socialista Ramón Jáuregui propone en su artículo que, como no podía ser de otro modo ha reproducido El País, un debate acerca de cómo el PSOE  debe abordar el futuro. Plantea que la autoafirmación “somos la izquierda” resta eficacia a la implantación de esta alternativa y aboga por plantear nuevas recetas: Innovar y, entre otras cosas, revisar la oferta de reforma territorial a la vista de los  acontecimientos últimos.

El argumento de Jáuregui abre paso a muchas dudas. ¿Su opción lleva a un posicionamiento de centro? ¿Cabría alguna alianza con el  centro derecha de Ciudadanos? Su lúcida exposición puede hacer pensar que va en consonancia con el apoyo del SPD alemán al gran gobierno de coalición que aposenta de nuevo a la canciller Angela Merkel en otro mandato. No olvidamos que Merkel  nos apretó el cinturón hasta la asfixia. Por otra parte, en el Congreso de los Diputados vemos como se abordan reformas de diferentes leyes – Ley de Seguridad Ciudadana (la Ley Mordaza), Ley de Jurisdicción Universal…-  de acuerdo con la nueva sintonía entre socialistas y ciudadanos.  ¿Se protegerá así el PSOE de seguir el camino que recorre el socialismo italiano de favorecer indirectamente una coalición de derechas que en Italia ha sumado el 37% de los votos?

¿Qué camino seguir? El planteamiento de un modelo portugués de unión de la izquierda parece que debería seguir siendo el objetivo prioritario. Y en España así se está gobernando ahora mismo en varios ayuntamientos y comunidades autónomas.  ¿Habría posibilidad de ampliar esos pactos, que se traduzcan en un acuerdo que desaloje de una vez a Mariano Rajoy de la Moncloa y logre un gobierno progresista que se ocupe a fondo de las necesidades? Eso sería lo deseable. Falta por ver si, en esa hipótesis, los socios estarían a la altura de las circunstancias.

 Recuerde Pedro Sánchez. “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…” No permita que las remojen las aguas de la derecha.