Esta semana estoy ahorrando a ver si con la pensión me da para comprar el Pazo de Meirás, que me he enterado de que la familia Franco lo quiere vender. Con un poco de suerte un día me encuentro en un pasillo con el fantasma del Generalísimo y arreglamos España en un par de tardes. Le han puesto un precio de 8 millones de euros, que está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que no les costó ni un duro:

Hablando de pensiones:

El miércoles fue San Valentín. No sabía que el chinito era tan romántico:

Love is in the air:

Yo recibí muchas cartas de admiradores secretos, aunque ninguna logró superar esto:

¡Hasta han afiliado a la pobre Rosa Díez sin su permiso! Esto con Franco no pasaba:

El procès sigue tan loco como siempre. Tanto, que Anna Gabriel, la de la CUP, se ha dado a la Ginebra. No quiero decir que se haya puesto a beber, sino que se ha ido a Suiza para huir de la justicia española. Pero no hay escapatoria:

Loca me he quedado cuando he visto que la cuenta de mi periódico de referencia, La Razón, tuiteaba porno sin parar.

Al parecer unos malvados comunistas les habían hackeado la cuenta. O a lo mejor no fueron los comunistas, porque ellos se quejan de que les hackean las suyas. ¡Qué lío!

Es un misterio, como el sentido del humor del que fue primer cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, que ha hecho esta bromita sobre una charla celebrada en Andalucía y ha recibido más críticas que un charcutero en una reunión de veganos:

Me marcho a cantar el Cara el Sol un rato, que parece que hace bueno. ¡Hasta la semana que viene, Arriba España!