La Justicia es un sector en el que el hombre también ejercen su prepotencia. En la sucesión del malogrado Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, las quinielas para el nombramiento de su sucesor, son múltiples y abarcan un montón de nombres. Hay muchas apuestas sobre caballos ganadores: José Manuel Navarro, presidente de la Audiencia Nacional; Miguel Colmenero, magistrado del Tribunal Supremo; Fernando Grande Marlaska, magistrado de la Audiencia Nacional; Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, y otros más.

Unos son jueces, otros fiscales, pero coincide ¡qué casualidad! en que todos son hombres. En enero de 2015 el nombramiento de una mujer, Consuelo Madrigal, como Fiscal General del Estado fue la única excepción a la regla jamás escrita. Su mandato duró solo dos años.

En el ámbito legal la sombra del machismo es alargada, aunque la imagen de la Justicia sea una mujer

Sin embargo, según la última Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2.471 fiscales ejercientes, 1.573, un 63%, son mujeres. El resto, 898, hombres. Ahora bien el 65 por ciento de los puestos directivos los cubren –sí, sí, lo que se imaginan- hombres. Si nos vamos a la estadística por autonomías, en Madrid la profesión fiscal es femenina en un 78%.

Como en otros sectores, parecería que los jueces y fiscales del género masculino se guardan celosamente el sillón entre sí. Mientras hay algunas fiscales como Dolores Delgado, coordinadora de la lucha antiyihadista, o Concepción Sabadell, fiscal del caso Gürtel, tan preparadas como mínimo, como el mejor de sus colegas del otro sexo. Al igual que otras muchas fiscales valerosas que bregan cada día con temas tan espinosos como la corrupción que nos invade.

Mujeres que dan la cara todos los días y velan por nuestra seguridad. Esas más de 1.500 mujeres fiscales dedican su tiempo a la profesión y acaso estén más preocupadas por encontrar un rato para su familia que por llevar a cabo conspiraciones de salón para prosperar en la carrera. Saben de su valía, están seguras de sus méritos. Ellos también lo saben, quizás por eso las nombran en tan escasas situaciones.

En el ámbito legal la sombra del machismo es alargada, aunque la imagen de la Justicia sea una mujer. Nosotros predicamos con el ejemplo. En ELPLURAL, las mujeres ocupan los cargos de mayor responsabilidad.