En Flandes se ha puesto el sol, Sr. Puigdemont, a pesar de que intente poner ahí su particular pica. Si se hubiera refugiado en Bélgica a mitad del siglo XVI, le hubieran recibido con los brazos abiertos. En aquella época, en los dominios de Felipe II no se ponía nunca el sol. Tan grande era el territorio que España poseía. Entonces, en Flandes se gestaba la Reforma, y política y religión llevaron a nuestro país  a un serio y prolongado conflicto bélico que  acabó con la retirada española y la independencia de los Países Bajos.

Puede, que animado por tales antecedentes, Ud. se desplazó a Bruselas dejando a casi todos atrás. Acaso llevaba la idea de que uno de los partidos que conforman la singular coalición del Gobierno belga, en el que participan los soberanistas de la N-VA. Pero, esta formación no parece entusiasmada con su presencia. Se ha apresurado a echar balones fuera asegurando que está Ud. está ahí por su cuenta y riesgo.

Tras visitar la comisaría para entregarse y acudir ante el juez que, de momento, le ha dejado en libertad junto a sus  cuatro compañeros de escapada y ex consellers, está a la espera de lo que su señoría decida. Pero mientras ha vuelto a dar su opinión, esta vez a través de un artículo en The Guardian.  En una interpretación muy suya, Sr. Puigdemont ha denunciado, como motivo de su huida, una brutal ofensiva judicial, encarcelamiento y criminalización masiva de sus compañeros, y ha señalado la hostilidad de los grupos de ultraderecha que piden su entrada en la cárcel. Y ha dicho todo eso sin que se le moviera el flequillo.

Lo que de hecho intenta es poner su particular pica en Flandes. Es esta una expresión popular que significa conseguir algo difícil si no imposible, y tiene que ver con los piqueros. Unos soldados de aquella época armados con lanzas o picas. En el siglo XVI el viaje desde España hasta Flandes era largo y costoso como bien sabía la Hacienda real. En 2017 los tiempos del viaje se han acortado mucho pero la estancia no es barata. ¿De dónde proceden los fondos para tales gastos? Es otro de los secretos que en algún momento tendrá que revelar, Sr. Puigdemont.