Con permiso de las firmas que fabrican banderas, que han visto multiplicadas sus ventas de forma inaudita gracias al desafío independentista, si hay un sector en la economía que ‘ve con buenos ojos’ la espiral de confrontación entre Cataluña y España es el de las empresas de autobuses.

Convertida en la capital europea de las manifestaciones, no hay semana en que la Ciudad Condal no acoja en sus calles una protesta. La Diada, las marchas previas  y posteriores al 1 de octubre -ya fueran promovidas por colectivos unionistas o soberanistas-, y ahora las que exigen libertad a los ‘Jordis’, en referencia a los presidentes de Omnium, Jordi Cuixart, y de la ANC, Jordi Sànchez.

Tan alta es la movilización en Barcelona que pudiera parecer que uno de los pocos puntos de unión entre los que claman por una Cataluña independiente y los que gritan por una España unida es el de recurrir a las empresas de autobuses para llenar sus concentraciones.

Este sábado 21 de octubre son, según los organizadores, 163 los autobuses que han acudido a la Ciudad Condal desde diferentes puntos de Cataluña para llenar la manifestación convocada por Taula per la Democràcia.

En vista a las declaraciones que cada uno de los bloques ha realizado tras la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy (Rufián incluso ha tildado de golpistas a PP, PSOE y Ciudadanos, comparándolos con Tejero), todo parece indicar que la movilización (o el 'mambo', como dirían desde la CUP), seguirá protagonizando el día a día de Barcelona.

Respiran así aliviadas las empresas de autobuses catalanas. Seguirán necesitando de sus servicios para llenar las calles de Barcelona.