La ley de los justos es el nombre del excelente l libro de Chufo Lloréns.  En La Barcelona modernista germina una historia de clases sociales distintas. A finales del siglo XIX Barcelona vive una época de esplendor. Acaba de celebrase con gran éxito la Exposición Universal gracias a una burguesía próspera y culta. Pero al otro lado de la ciudad, donde las calles se estrechan y huelen, hay una pobreza capaz de recurrir a la violencia. El rencor y la injusticia fraguaron un enfrentamiento de clases capaz de recurrir al pistolerismo más descarnado.

En la Barcelona de 1904  acabaron de alzarse definitivamente los muros de una nueva cárcel que acabaría llamándose Modelo, muros que albergaron a delincuentes, políticos y mafiosos.

Muros que albergaron a delincuentes, políticos y mafiosos

Entre sus residentes más ilustres encontramos a personajes como Lluís Companys que en su juventud, pudo compartir estancias con Salvador Seguí “El noi del sucre” por sus actividades que enfrentaban al Anarcosindicalismo, con el Sindicato Libre. Entre otros posteriormente pasaron diferentes personalidades como José María de Porcioles militante de la LLiga y tras la guerra civil alcalde de Barcelona, junto a Santiago Udina Matorell que también se paseó por los patios de la cárcel, Helios Gómez pintor de la Capilla Gitana en el oratorio de la cárcel.

En la Modelo fueron ejecutados Salvador Puig Antic a garrote vil en 1974 pese a las suplicas de indulto del Papa Pablo VI y del mandatario alemán Willy Brandt; el etarra Juan Paredes fue fusilado al año siguiente, otro de los muchos ajusticiados por una política penitenciaria cruel, ya superada al menos en España, y que en la modelo empezó a practicar allá por 1908 con Joan Rull.

Un motín de presos en 1984 y la fuga de Juan José Moreno Cuenca, al que llamaban “El Vaquilla”, cuya triste experiencia como delincuente juvenil llegó al cine, la llevaron también a la escena mediática. Al igual que Javier de la Rosa al ser fotografiado dentro de ella.

Después de 113 años, cierran la cárcel Modelo de Barcelona. Un siglo muy largo de historia del castigo queda encerrado tras esos muros viejos ya y posiblemente obsoletos. No creo que nadie eche de menos esa prisión.

Después de 113 años, cierran la cárcel Modelo de BarcelonaYo visité en una ocasión la Modelo con motivo de un partido de futbol entre periodistas y presos. Recuerdo la sensación lóbrega y atenazante, que se proyectaba sobre el pequeño patio en que los reclusos respiraban con deseo el aire común junto a los visitantes que nos creíamos  libres.

Leo que la Modelo se construyó en con un criterio arquitectónico circular en la idea de que el preso se sintiera vigilado por la sociedad en lo que llamaron “dictadura de la mirada”, buscando decían, tender hacia la rehabilitación del reo.

Creo que quieren hacer ahora aquí un sitio de memoria. Yo abogaría porque se edificara un lugar de educación ciudadana y entendimiento del otro para que las cárceles sean cada vez  menos necesarias.  No nos engañemos: al final  es la sociedad quien rehabilita.

 Recordemos a Miguel Hernández:

 (...)Las cárceles se arrastran por la humedad del mundo.

Van por la tenebrosa vía de los juzgados.

Buscan a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen,

lo absorben, se lo tragan(...)

(Miguel Hernández. El hombre acecha)