La primera derrota del Gobierno en el Congreso de los Diputados, se ha producido con la derogación del decreto ley que pretendía liberalizar la contratación de estibadores portuarios. Incluso antes de perder la votación, el PP ya había iniciado una feroz campaña en contra de este colectivo de "trabajadores privilegiados". Sin duda lo son. El sueldo medio de un estibador en España es de 68.000 € brutos anuales, muy por encima del sueldo medio de los trabajadores "no privilegiados", pero a años luz, por ejemplo, del que ganan los centenares de ex políticos colocados en grandes empresas energéticas como Ángel Acebes en Iberdrola (216.000 €); el ex eurodiputado Marcelino Oreja en Enagás (416.000 €) o Roca Junyent, quien además de abogado de la realeza es asesor independiente de Endesa (308.378 €).

El Gobierno asegura cumplir órdenes de la Unión Europea, que ha impuesto una multa a España de 27.522 € por cada día que pase sin que ponga freno a la insultante imagen que ofrece ese grupo de trabajadores de sueldos dignos. El PP avisa de que la multa la vamos a pagar todos los españoles, y no como ocurrió con el rescate bancario que, como todo el mundo sabe, lo están sufragando las propias entidades reduciendo significativamente los sueldos de sus directivos, los beneficios de los accionistas y devolviendo voluntariamente lo que robaron con las cláusulas suelo y las preferentes.

Es normal que tanto la UE como el gobierno del PP estén preocupados. El caso de los estibadores es un mal ejemplo para los jóvenes, que crecen en la idea de que lo normal es que un trabajador sea pobre de solemnidad. El plan del Gobierno es borrar todo vestigio de lo poco que queda del estado de bienestar. En cuanto lo hayan conseguido, volverán a hacer una reforma educativa para eliminar de los libros de historia el propio concepto, junto con otros como seguridad social, contrato indefinido, vacaciones, paro o pensiones. Los ancianos que tengan recuerdos de  tiempos mejores serán aislados y tratados de demencia senil. Por supuesto, la factura irá a su cargo.