Como hace muchos años, la vida política solemne empieza con la Pascua Militar. Igual que hace unos días puse en cuestión en este blog el papel de las Fuerzas Armads en nuestra Constitución, voy a defender que haya una fecha en la que el Estado subraya la importancia de las Fuerzas Armadas. No es contradictorio: se trata de saber encajar adecuadamente ciertas cuestiones en las que nos va un modo de vida.

Igual que se solemniza la Pascua Militar, se hace un acto solemne con la Justicia en el arranque del año judicial. Y allí anda el Rey y toda la corte con jueces con togas y condecoraciones, solemnes discursos y mensajes importantes, prudentes y discretos. Igual que en la Pascua Militar.

Lo que os voy a proponer es que haya más Pascuas solemnes, más inicios de años formales.

¿Por qué no hay una Pascua de la Salud? Imaginaros al Rey en un acto solemne en el Hospital de la Paz

¿Por qué no hay una Pascua de la Enseñanza y el Aprendizaje? Suponed al Rey con todos los rectores de las Universidades, junto a una representación de profesores de Enseñanza Media y de la Primaria y al Presidente del Centro de Investigaciones Científicas. Habría discursos igual de solemnes, igual de prudentes que en las otras Pascuas, pero también igual de impactantes en la sociedad española. Para bien de la educación, la enseñanza y la investigación.

¿Por qué no hay una Pascua de la Salud? Imaginaros al Rey en un acto solemne en el Hospital de la Paz, con los directores de varios hospitales públicos y privados, con representantes de médicos y enfermería dirigiendo palabras importantes sobre qué Salud se quiere y se puede conseguir. Todos con trajes y condecoraciones. Seguro que los medios contarían con mucho interés el solemne acto institucional.

¿Podemos proponer más Pascuas? No tengo dudas de que por aquí aparecerán propuestas. Sólo os pido que sean propuestas para actos solemnes y perfectamente reglados y formales. ¿Se me entiende? Porque esa es la esencia de esa institución que vale para lo que vale, si se hace bien.