Por fin acabó la pesadilla y Madrid vuelve a ser una ciudad carfriendly. Los ciudadanos ya podrán salir a darse un rulo por la capital sin tener que cursar un doctorado en Matemáticas para calcular si el último digito de su matrícula es divisible entre el número Pi. Se acabó el rompecabezas y, sobre todo, la desinformación en la que estaba sumida la ciudadanía.

En ELPLURAL.COM hemos realizado varias pesquisas, en coalición con el Consorcio Internacional de los Periodistas de Investigación, y hemos descubierto que este viernes se acabaron las restricciones a los vehículos en Madrid, debido a que la contaminación ha descendido tras unos días sin poder aparcar en la calle y sin que puedan entrar los coches con matrícula par.

Bueno, en realidad, nos ha bastado con ver la rueda de prensa de la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, que ha avisado con un día de antelación de qué pasará este viernes y sábadp. Nosotros, que somos un medio digital, sólo hemos trasladado la noticia a nuestros lectores, pero ese derecho a la información lo han tenido hasta en Murcia, donde los periódicos locales también se han hecho eco.

Esto de los periódicos es muy del siglo XIX, pero como hay gente que debe vivir en una cueva en la Casa de Campo y mucho millennial suelto, también hay otras opciones. La página web del Ayuntamiento de Madrid parece un tablón de anuncios sobre la contaminación, lo mismo ocurre con su Twitter, su Facebook, su Youtube o su sistema de información por correo electrónico. Hasta existe una aplicación, que tiene el subjetivo nombre de “Aire de Madrid”, que te avisa del estado de la contaminación y, bien grande, de las limitaciones al tráfico.


La web del Ayuntamiento de Madrid, 'casi' sin información sobre las restricciones a la circulación.

Esto, al parecer, no es suficiente para algunos vecinos de Madrid, que deben esperar que Manuela Carmena vaya telefonillo por telefonillo avisando de si pueden aparcar, conducir o si es obligatorio llevar el ambientador de pino para reducir emisiones. Al parecer, la revolución digital solo vale para contar 17 veces el chiste de que han encontrado a Ramoncín vivo en su casa, pero no para saber si puedes o no sacar el coche.

Uno de esos madrileños que ha vivido este drama ha sido Esperanza Aguirre, que se ha pasado el jueves “encerrada” en casa. No por la vergüenza de salir a la calle el mismo día que hemos descubierto que en campaña prometía que no le “temblaría la mano” para prohibir la circulación de la mitad de los coches en Madrid “porque las ordenanzas están para cumplirse”. No, Aguirre ha estado enclaustrada, en pleno barrio de Malasaña y rodeada de paradas de metro y de autobús, porque “tengo matrícula par”.

O a Aguirre está haciendo un poco de teatrillo, o se está ablandando. Hace unos meses habría cogido su Toyota Versus de matrícula par y no habría agente de movilidad que se hubiera atrevido a multarla. O tendría que vérselas con su parachoques.