El futuro de la movilidad con vehículos eléctricos, pasa, no solo por el denodado trabajo que llevan realizando los fabricantes de automóviles desde hace varios años en ofrecer modelos 100% eléctricos de alta autonomía, esfuerzo que ya empieza a tener una oferta más que considerable, sino también en el interés a la par, de los países y sus correspondientes administraciones en comenzar a disponer cuanto antes de una infraestructura eléctrica, acorde a las necesidades de un país moderno, necesaria para que la movilidad eléctrica y sin contaminación sea una realidad generalizada y asentada. Una infraestructura donde los cargadores de altas prestaciones abunden en sus calles y carreteras, donde los coches puedan recargar sus baterías en el menor tiempo posible a un precio interesante.

Suiza, consciente de esta necesidad ha dado un paso de gigante al electrificar los 1600 km de recorrido de su ruta turística más emblemática e importante, la conocida como Grand Tour de Suiza, que pasa a denominarse e-Grand Tour cuando se realiza en modo eléctrico como ha sido nuestro caso. De esta manera, Suiza se convierte en pionera de la movilidad sostenible mundial, con una oferta suficiente de cargadores eléctricos para soportar la demanda actual, aunque estamos seguros de que en poco tiempo deberán incrementar las más de 300 estaciones de carga instaladas a lo largo de su extenso recorrido. Paradójicamente, una de las ramas internacionales de la ruta ecológica más famosa del mundo, el universal Camino de Santiago de España, pasa precisamente por Suiza, ahora, primer país del mundo en disponer de una ruta turística preparada para recorrerla en vehículo eléctrico.

Desde este verano, gracias al esfuerzo realizado por la Oficina de Turismo Suiza, creada hace justo 100 años, se puede realizar la Gran Ruta en coche eléctrico. Un recorrido de 1643 km, realizable en tan solo 7 días si tienes prisa, la mayoría por carreteras secundarias, enlazando las principales ciudades y lugares de interés turístico, uniendo lo mejor de la cultura, gastronomía y geografía suizas. Alpiq E-Movility, líder del sector eléctrico en Suiza, ha sido la encargada de realizar las instalaciones de dichas estaciones de carga, y desde su página web (alpiq-e-mobility.ch/en/our-products/e-grand-tour.html) se puede consultar sus localizaciones, tipo de conector, kWh de carga y coste, siendo muchas de ellas gratuitas. Las de pago varían aproximadamente entre 0,35 (0,32€) y un franco suizo (0,91€) por kWh, cantidad demasiado elevada si comparas con el coste por kilómetro de un vehículo de combustión. Si el dinero no es problema y dispones de un Tesla, o lo alquilas -desde 150 Francos suizos por día- puedes utilizar las estaciones Supercharger gratuitamente, aunque, según comunicó Tesla a finales del 2016, probablemente durante el transcurso del 2017 pasarán a ser de pago. Esperemos que no.

¿Compensa viajar en coche eléctrico?

El kWh que consumimos en los hogares europeos varía aproximadamente entre 0,15 y 0,30 €. Como curiosidad un Tesla S consume unos 20kWh/100km y un Nissan Leaf unos 17kWh/100km, si tomamos la base de 0,32€ -mínimo por kWh en Suiza- el Tesla gasta de media 6,4€/100km y el Leaf 5,4€/100km, lo que en el caso de un deportivo es muy rentable, pero no tanto en un utilitario, además de tener mucha menos autonomía. Si lo cargas en casa tampoco te ahorras demasiado, al estar el kWh en torno a los 0,24€, a no ser que dispongas de tarifa con discriminación horaria y puedas aprovecharte de precios mucho menores. Comparándolo con la bicicleta eléctrica, el vehículo con menor consumo, 0,7kWh/100km, unos 0,22€/100km en el modo asistido por pedaleo esta no tiene rival, aunque deja otros aspectos muy abandonados. Pero, en Suiza no todo es pagar, existen numerosos puntos de carga gratuitos, como forma de fomentar el vehículo eléctrico, en resorts, hoteles, parkings y en muchas de las grandes ciudades que también se han apuntado a la moda del transporte sin humos.

Preparando la ruta

Es importante antes de realizar el recorrido consultar las etapas que se van a realizar, estaciones de carga en el recorrido de cada día y señalar las más cercanas a nuestras paradas y puntos de visita, a ser posible que sean gratuitas, sabiendo que en dos horas puedes recargar lo suficiente para terminar la etapa prevista sin riesgos. También, debemos buscar hoteles equipados con estación de carga, a ser posible más de una y si es posible reservarla, o buscar buscar puntos cercanos donde "repostar" durante la cena.

Conviene también preparar las visitas que se salgan de la ruta, muchas de ellas recomendables por su espectacularidad, donde es muy probable que dispongan de estaciones de carga. Y por último, tener en cuenta la temporada a realizar la ruta, recomendada de abril a octubre, ya que si no te arriesgas a encontrarte con algún puerto de montaña cerrado y tener que cambiar tus planes sobre la marcha. En el caso de alquilar un Tesla para realizar esta ruta, es conveniente solicitar un cable de carga tipo 2, Meneke, estandar en las estaciones que no son propias de la marca, esto te evitará desviarte de la ruta prevista en alguna ocasión.

Seguro médico

Suiza tiene acuerdo con la Unión Europea en materia de sanidad, si dispones de la tarjeta europea de sanidad te sirve en Suiza, de todas formas es recomendable hacerse un seguro de viaje y accidentes para viajar más tranquilamente.

Normas de tráfico

Suiza destaca por ser muy estrictos en las normas de circulación, por ejemplo hay que circular con luces las 24 horas y está prohibido el uso de detectores de radar o navegadores que avisen de la posición de los radares o cámaras de tráfico. En el caso de los límites de velocidad son los siguientes:
Ciudad: 50km/h, pudiendo existir otra limitaciones
Carretera: 80km/h
Autovías: 100km/h
Autopistas: 120km/h

Autofácil estrena la e-Gran Ruta Suiza

¿Una ruta alrededor de Suiza preparada para vehículos eléctricos? En Autofácil, esa experiencia teníamos que verla y realizarla para todos vosotros, y qué mejor que en estas fechas de temporada vacacional para hacer turismo y visitar los lugares recomendados por turismo de Suiza, que puedes encontrar en una completa y exclusiva guía Michelín viviendo la experiencia sobre un grandioso vehículo eléctrico.

Puestos en contacto con la Oficina de Turismo de Suiza en España, a la que comunicamos nuestro interés de vivir la experiencia electrificada de la Gran Ruta, todo fueron facilidades y nos prepararon un trayecto de 6 días a bordo de un Tesla S 85D de alquiler, con visitas incluidas y con salida y llegada en Zurich. Desde la página web, en inglés, también se ofrece un paquete turístico que incluye el alquiler de un Tesla S, 8 noches de hotel con desayuno incluido, servicio taxi y un cupón con ofertas dos por uno por un valor de 4500 Francos Suizos. Una vez llegados a Zurich a bordo de un moderno avión de la compañía Swiss, recogemos el flamante Tesla S en Europcar y nos disponemos a empezar nuestra excitante experiencia de contaminación cero, en coche. Algo totalmente impensable hace unos años.

Día 1. 206 km Salida: carga 100% - Llegada: carga 35%. Zurich-Murten-Friburgo-Gruyères

Recogemos el Tesla de alquiler en el aeropuerto de Zurich y comprobamos que todo está en orden, bueno casi, pues los coches de alta categoría también sufren arañazos en manos descuidadas. ¿0 a 100 en 2,8 segundos? Mejor no probarlo, hay demasiado tráfico, pero es interesante cogerle el tacto al coche y en alguna recta despejada se nota la brutal aceleración de que es capaz, siempre respetando los límites de velocidad. ¿Inventarán en el futuro un límite de aceleración? ¿Cómo será la señal? Esta primera etapa la hacemos por autopista, nuestra ruta empieza realmente en Murten o Morat, en francés, nos hallamos en la frontera lingüística germano francesa. En Murten hemos quedado con María Muñiz, una española afincada y enamorada de Suiza desde hace muchos año y responsable del mercado español en la oficina de turismo de la región de Friburgo, quien nos cuenta la historia de esta pequeña ciudad medieval, orgullosa de la victoria en la batalla de Morat sobre los franceses en 1476 de la que es testigo su bonita muralla. Después de una comida con vistas al lago y de una visita por las calles medievales de la ciudad, con las fuentes decoradas con flores nos dirigimos a Friburgo, capital del cantón al que da nombre.

Friburgo, conocida como la ciudad de los mil puentes

Llegamos a Friburgo, máxima representación de la barrera lingüística, ciudad edificada en sucesivas "capas" y rodeada por el río Saane/La Sarine. Sobre el río se divisan multitud de puentes de madera, hormigón, piedra, hierro...Uno de ellos, el Puente de Berna, de madera, representa la separación lingüística, a un lado se habla francés y al otro, alemán. Después de aparcar el Tesla, María nos acompaña en un recorrido turístico por la ciudad. Vemos el cartel que la oficina de turismo ha ido instalando en diferentes puntos del recorrido, curioso y original tótem donde hacerse la foto en cada etapa. Desde aquí arriba se tiene una vista completa de la ciudad, destacando la torre de la Catedral de San Nicolás, las diferentes capas de la ciudad y varios de sus puentes. Visitamos el famoso puente de Berna y María nos ofrece un palo de golf. Friburgo es la primera ciudad del mundo en contar con un circuito urbano de golf, en la oficina puedes alquilar el equipo necesario, el palo y una pelota amarilla de goma espuma, para evitar accidentes. En distintos puntos de la ciudad puedes encontrar los diferentes hoyos del recorrido e intentar realizarlos bajo par. Probamos nuestra habilidad en un pequeño parque, como no, a lado de un puente, con diferente suerte. Y ya que hemos empezado a practicar deporte...María nos acompaña, por el bien conservado centro histórico, a la catedral de Friburgo, construcción medieval del siglo XIII cuya torre de 76m destaca sobre toda la ciudad. Por aquí pasa precisamente uno de los ramales del Camino de Santiago, en una esquina del interior puedes sellar, si te animas, tu cartilla de peregrino. Suerte o no, acaban de cerrar el acceso a la torre de 368 peldaños, pero la suerte no cabe cuando te acompaña María, tras intercambiar unas palabras con el encargado de la torre, éste accede a permitirnos el acceso. Más de 20 pisos de altura por una escalera de caracol interminable, hasta que al final se hace la luz. Una bonita vista de 360 grados sobre Friburgo y sus alrededores. Una vez recuperado el aliento descendemos y después de recorrer un poco los alrededores y otro puente María nos acompaña al Tesla. Es hora de continuar nuestro viaje por la e-Gran Ruta. Destino final de la etapa, Gruyères, pequeña localidad, también medieval, famosa por su castillo y por dar nombre al queso denominación de origen.

Gruyères

A la entrada de Gruyères, nos alojamos en el Hotel de Gruyères, donde por desgracia no hay punto de recarga, todavía, lo que nos obligará a buscar uno en los alrededores, pero el más cercano está a 15 minutos en coche y es de sólo 22kW, después de pelearnos con el sistema de recarga a base de SMS y pagos telemáticos conseguimos activarlo, pero en 45 minutos tan sólo había recargado 10kW y hay que volver a Gruyères. Buen lugar para disfrutar de una fondue en el restaurante Le Chalet y dar un paseo por sus calles. A finales de junio se celebra en Gruyères un festival medieval donde figurantes venidos de todas partes de Europa toman la ciudad y el castillo. En la noche de San Juan se organizan juegos y hogueras, los turistas se entremezclan con los figurantes en un ambiente festivo hasta que entrada la noche se retira uno a sus aposentos. Ha sido un provechoso y animado primer día.

Día 2. 132km Salida: carga 45% - Llegada: carga 10%. Gruyères-Thun

Dia 2 Gruyerés – Thun

Después de un típico desayuno suizo en el hotel, tuvimos oportunidad de visitar el castillo de Gruyères. El Castillo, uno de los que más historia tiene en Suiza, domina la villa medieval y su visita te adentra en ocho siglos de historia. Fue residencia de varias generaciones de los Condes de Gruyères hasta que el último lo vendió a una familia de Ginebra que apoyó a grandes artistas dándoles residencia e inspiración. Finalmente, en el SXX lo recupera el cantón de Friburgo para hacer del castillo una zona turística, con museo, eventos y fiestas. Durante nuestra visita tuvimos la suerte de coincidir con la celebración de la fiesta de San Giovanni, donde más de 100 figurantes vestidos de la edad media procedentes de República Checa, Austria, Alemania...se reúnen para celebrar una tradición de hace muchos años, hoguera por la noche, cánticos, bailes, y utensilios típicos de la época. Tras pagar la entrada, los soldados medievales nos permitieron el acceso, y pudimos realizar un viaje en el tiempo donde aprendimos los antiguos oficios. Fue como volver cientos de años atrás, paseando por su interior, con sus pequeños "comercios" en las calles, herreros, panaderos, curtidores. Una fiesta muy lograda y atractiva. También puedes visitar el museo y varias exposiciones de arte, y si todavía te queda tiempo, puedes asistir al concurso de trovadores y músicos interpretando piezas de la época.

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