Quizás la presión sobre los vehículos más contaminantes o las medidas restrictivas al tráfico en episodios de alta contaminación que ya han puesto en marcha los Ayuntamientos de ciudades como Madrid o Barcelona, han influido en los datos obtenidos en el último estudio que ha elaborado Direct Seguros en relación al uso del coche eléctrico. Tanto es así que de entre todos los automovilistas encuestados, el 43% ha afirmado que está dispuesto a comprar un coche eléctrico y abandonar los combustibles tradicionales.

La gran mayoría de los españoles, concretamente un 84% de los encuestados, considera que la mayor ventaja del coche eléctrico es que se trata de un vehículo ecológico y sostenible, que respeta el medio ambiente, mientras que para un 8% la principal ventaja es que tienen menores costes de mantenimiento. Por último, el 2% de los participantes en el estudio destaca que la cualidad más destacable es el menor nivel de ruidos y vibraciones.

No obstante, el estudio también informa sobre las principales reticencias de los conductores a decidirse definitivamente por el coche eléctrico. Así, el 33% de los encuestados se queja del elevado precio de este tipo de vehículos; el 31% achaca el principal problema a la baja autonomía de las baterías y su tiempo de carga; y el 27% refuerza la idea de que aún queda mucho trabajo que realizar en lo referente a la creación de una buena infraestructura con estaciones de carga.

En 2016, España vendió un total de 3.000 coches eléctricos, una cifra muy lejana a la de otros países europeos como por ejemplo Francia que con un volumen de 27.307 matriculaciones fue el líder indiscutible de este sector durante 2016. No obstante, el mercado eléctrico e híbrido en España está en buena línea durante 2017, tanto que las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos alcanzaron en conjunto las 18.052 unidades entre enero y abril, lo que supone un incremento del 80,20% respecto al primer cuatrimestre del pasado año. 

A esto hay que sumar que a partir de este mes, el Gobierno de España, que hace apenas una semana aprobó la segunda edición del Plan Movea con un presupuesto de 14,26 millones de euros, proporcionará ayudas estatales a la compra de vehículos con combustibles alternativos con el objetivo de que la compra de este tipo de vehículos vuelva a tener un repunte durante 2017 y supere las cifras del año anterior.