Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la mayor parte de las tormentas eléctricas se producen coincidiendo con los meses de operación salida y retorno de vacaciones. Cada año se dan en España un promedio de 1.300.000 descargas eléctricas, especialmente en el periodo estival comprendido entre junio y septiembre. De hecho, la actividad tormentosa que está teniendo lugar estos días en buena parte de la Península Ibérica ya ha alcanzado algún pico eléctrico significativo.

Si circulamos dentro de un núcleo urbano será bastante difícil, por no decir casi imposible, que nos alcance un rayo, pero no ocurre lo mismo si lo hacemos por carretera, lejos de la ciudad. En líneas generales, el interior de nuestro automóvil es un lugar seguro para hacer frente a una tormenta con aparato eléctrico, pero siempre y cuando sigamos una serie de consejos básicos como apagar la radio y cerrar las ventanillas.

Además, si nos detenemos, será mejor hacerlo en un lugar seguro, alejado de vallas metálicas, tendidos eléctricos o balsas de agua, y permanecer dentro del coche procurando no entrar en contacto con las partes metálicas del vehículo. Además, es aconsejable cerrar las ventanillas y apagar la radio, son claves para minimizar el impacto de un rayo sobre el vehículo.

Por otro lado, las tormentas eléctricas acostumbran a venir acompañadas de lluvias que, en muchos casos, pueden ser de gran intensidad. Por ello es necesario asegurarnos de que nuestro coche está en perfecto estado de mantenimiento. Un sistema de frenos en perfecto estado, y unos neumáticos con la presión y dibujo adecuados nos ayudarán a afrontar con garantías nuestro trayecto si nos sorprende una tormenta este verano.

Por último, las tormentas pondrán a prueba de manera especial los elementos de nuestro automóvil implicados en proporcionar una adecuada visibilidad bajo la lluvia, y más concretamente a las escobillas limpiaparabrisas y el sistema de iluminación de nuestro coche.