Un equipo de investigadores ha estudiado 192 aves en nueve ciudades europeas, incluidas Glasgow, Malmö, Gotemburgo, Madrid, Múnich, París, Barcelona, ​​Lisboa y Milán.

Compararon los genes de las aves urbanas con los de sus homólogos del campo, y descubrieron que en todas las ciudades europeas, las aves evolucionan de manera similar para adaptarse al entorno urbano.

La investigación incluyó un estudio de aves del Parque Kelvingrove y aves del Centro Escocés de Ecología y el Bosque del Medio Ambiente de la Universidad de Glasgow.

Los hallazgos de la investigación revelaron que existen genes vinculados a funciones biológicas que se transmiten de generación en generación entre las aves de la ciudad. En comunidades más rurales, estos genes son importantes, pero los genes que los controlan no otorgan los mismos beneficios de supervivencia que en un entorno urbano.

Para la investigadora Caroline Isaksson, “esto indica que estos comportamientos son muy importantes para vivir en entornos urbanos con mucho estrés en forma de contaminación acústica, luz nocturna, contaminación del aire y proximidad constante a las personas”.

El estudio se ha publicado en Nature Communications.