Un equipo internacional de investigadores que han dirigido el profesor Pedro Guillem, de la clínica Cemtro de Madrid, y Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de California, ha dectado, por ahora en ratones aunque también en células de cartílago humano, que la combinación de dos medicamentos podría revertir la artrosis, un trastorno articular que afecta a casi 250 millones de personas en el mundo (7 millones de ellas España), y cuya incidencia se espera que se incremente en los próximos años debido al envejecimiento de la población.

Los resultados del estudio se han publicado en la revista Protein and Cell, y han participado en él, además de los mencionados directores, científicos de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), el Hospital Clinic de Barcelona, la Academia de Ciencias China y la Universidad de Harvard.

Hoy, según ha expresado Guillén, los tratamientos que se utilizan para revertir la artrosis tienen como objetivo reducir el dolor, la inflamación y la discapacidad retardando el desgaste del cartílago y la progresión de la enfermedad, pero no llegan a curarla, y se llega inevitablemente a la cirugía de reemplazo de la articulación.

A raíz del estudio, los científicos han hallado que la acción de dos moléculas previamente identificadas podría mejorar la eficacia del tratamiento para la artrosis, teniendo en cuenta que cada uno de estos medicamentos experimentales por separado había moderado sus síntomas.