Estamos tan acostumbrados que ya casi ni reparamos en ella. Las calles de nuestras ciudades, los lugares a los que viajamos, el entorno en el que nos movemos está lleno de basura. Y más allá de los problemas sanitarios y de higiene, la basura parece jugar un elemento estético.

Ciudad de desperdicios

Mucho más si sirve como argumento fotográfico. De eso va el proyecto Wasteland del fotógrafo holandés Kadir van Lohuizen. Una idea que ha tardado dos años en desarrollar y que ahora ve la luz. Wasteland es el recorrido de basural en basural de seis megalópolis de todo el mundo. Jakarta, Tokio, New York, Sao Paolo, Laos, Amsterdam. Seis capitales que parecen tener una sola cosa en común. La convivencia de sus ciudadanos con la basura. El recorrido trata de muestra cómo cada lugar maneja el asunto.

3 millones de toneladas al día

No es en absoluto un tema menor y desde luego, muy pertinente para un reportaje de este tipo. Cada día se generan en el mundo 3,5 millones de basura sólida, diez veces más que hace un siglo. Y esta cifra sigue en crecimiento. A este ritmo, en 2100 cada día se añadirán 11 millones de toneladas. Y la inmensa mayoría de estos desechos acabarán en un vertedero. Van Lohuizen ha fotografiado muchos de estos lugares. Espacios donde la basura ha creado un nuevo ecosistema. Un hábitat en el que los plásticos y demás materiales contaminantes sirven de medio de vida a los más desfavorecidos. Personas sin recursos que se enfrentan a productos tóxicos para sacar menos de un dólar al día. Pero también hay lugar para imágenes de otro tipo. Urbanitas perfectamente vestidos, dispuestos a ir a su bien remunerado trabajo, pero que sortean casi sin percatarse montañas de basura. O cómo se trafica incluso con lo que nadie quiere. Barcazas llenas de desperdicios van de un sitio a otro. Normalmente de la gran ciudad a algún espacio del extrarradio donde los olores no molesten a las personas más sensibles.