La pertinencia de los zoos es un tema de debate abierto. De un lado, aquellos que los consideran la cúspide del maltrato animal. Especies salvajes encerradas en lugares que son la milésima parte de sus espacios naturales. Sometidos a climatologías para las que no están adaptados y soportando las visitas de un público ruidoso y poco respetuoso. Del otro, los que ven estos parques como sitios en los que los más pequeños aprenden sobre los animales. Donde se llevan a cabo proyectos de cría de especies en peligro de extinción. Ambas posturas tienen aspectos comprensibles. Pero lo de la osa polar en el centro comercial chino de Grandview escapa de todo entendimiento.

Animales entre tiendas

Ya os hablamos del lugar hace unos meses. Un centro comercial monstruoso en la ciudad de Guangzhou que, como atracción comercial, eligió encerrar varios animales salvajes entre las tiendas. Después de todas estas semanas, sus condiciones se han ido deteriorando de manera directamente proporcional al tiempo que han pasado enclaustrados en esas condiciones.

Vida de Pizza

La osa polar Pizza se ha convertido en el símbolo de la tortura, ya en un plano global. Porque Pizza ya no aguanta más. La que ya es conocida como “la osa más triste del mundo” deambula por su cubículo desesperada. Menea la cabeza con insistencia y se acerca a los conductos de ventilación con el ansia de captar alguna brizna de aire exterior. Porque en la jaula de Pizza no entra ni el viento ni el sol. El animal lleva muchos meses sin ver la luz natural. Y el agua del océano en el que se bañan sus congéneres, en su caso es un charco de agua estancada.

Enfrentamiento político

Cincuenta organizaciones animalistas chinas han escrito una carta al gobernador de la provincia de Guangzhou pidiendo el traslado de Pizza a un lugar más apropiado. También el cierre de las instalaciones del centro comercial. Porque además de la osa polar “otras 500 especies están viviendo en la misma situación”. A todo su padecimiento, ahora se une la confrontación política surgida después de que una organización británica se ofreciera a darle un hogar digno a la osa. “No necesitamos que ninguna institución extranjera se inmiscuya en nuestras políticas”, respondió el director general del centro comercial. Esperemos que sean las autoridades chinas las que decidan actuar. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=9YQnqyJGC8c[/embedyt]