Ninguna batalla está ganada en la lucha contra el cambio climático. Ni tan siquiera las que ya se daban por zanjadas. Como lo de abrir, en pleno siglo XXI y en un país hiperindustrializado, una mina de carbón

Es lo que ha aprobado por unanimidad el consejo de gobierno del condado de Cumbria, en el norte de Gran Bretaña. Una nueva mina cuya construcción supondrá un desembolso de más de 160 millones de libras

La razón para abrir una mina para producir uno de los combustibles más contaminantes y menos eficientes como el carbón es la de siempre. Las autoridades de la región esperan que esta nueva mina lleve miles de trabajo a la zona

Extracción y procesado

Y eso no es todo. Además de extraer carbón a lo largo de la línea cercana a la costa entre las localidades de Whitehaven y St Bees, se procesará el combustible fósil en una planta cercana.

Evidentemente, las organizaciones ecologistas y de lucha contra el cambio climático han puesto la voz de alarma. Consideran no solo contaminante si no anacrónico volver a modelo de explotación de minas de carbón para obtener fuentes de energía. Un sistema que consideran caduco pues además de emitir cientos de toneladas de CO2 a la atmósfera, daña irreparablemente el entorno natural. 

También critican que la decisión se haya tomado por unanimidad. Mientras su decepción porque ningún representante de arco político haya defendido lo que consideran que son los  intereses de la inmensa mayoría de los ciudadanos británicos.