El debate sobre los derechos de los animales es uno de los que anima las tardes en Occidente. Hasta qué punto se extienden sus derechos, sobre todo cuando el conflicto es con el humano. Es decir, siempre. Pero hay aspectos sobre los que puede haber más consenso. Envenenar en unas semanas a 117 aves rapaces protegidas merece un castigo severo

Y no hay más severidad que la cárcel. A dos años y ocho meses han sido condenados los tres autores de la matanza de aves de presa en su entorno natural. Los animales aparecieron en tres cotos de caza de Navarra, en España. 

Todas las aves estaban protegidas por la legislación española. Más de un centenar de milanos negros, buitres leonados, milanos reales, un alimoche… todos murieron al ingerir carne contaminada con un potente neurotóxico que acabó con su vida en un lapso de entre 10 y 30 minutos. 
 

Ingreso en prisión

La intención de los autores es clara. Eliminar cualquier competencia por las presas de caza de los cotos. Esa era la idea que según el tribunal tenían en la cabeza los dos presidentes de cotos de caza y el guarda forestal que ahora han sido condenados. En concreto por un delito contra la fauna protegida, que también acarrea inhabilitación para el desempeño de actividades relacionadas con la caza y la naturaleza durante cinco años. 

Se trata de una condena sin precedentes pero que sí puede sentar jurisprudencia. Es probable que los tres condenados sean los primeros que entran en prisión por un delito de estas características. Las organizaciones de protección de la naturaleza esperan que sirva para reducir el número de muertes por envenenamiento que todavía se producen en España.