Un grupo internacional de investigadores ha descubierto a 500 metros de profundidad, en el área protegida de El Cachucho (el Cantábrico asturiano), una nueva especie de crustáceo.

Han bautizado a este nuevo ejemplar el Astacilla andresmeixidei, y es un isópodo “adaptado a una vida arbustiva”, ya que tiene tres pares de patas en el brazo corto que le permiten agarrarse a las ramas y resistir las corrientes del fondo marino, según afirman los investigadores de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) de la Universidad madrileña de Alcalá de Henares. Las patas anteriores son más largas y flexibles, “han perdido su función locomotora”, pero son utilizadas “a modo de cedazo”, para capturar las partículas alimenticias que arrastran las corrientes, según el centro universitario.

La investigación realizada por los expertos no solo determina la morfología de la nueva especie, sino que, además, incluye un estudio detallado de la gorgonia del género Placogorgia, sobre la que vive.

El nombre de Astacilla andresmeixidei es un homenaje al dibujante gallego Andrés Meixide, y “debido a su pequeño tamaño ha recibido el nombre común de andresito”, afirma la UCC+i.