Las emociones humanas son difíciles de comparar. Qué es más importante. Qué preferirías. ¿El amor de tu amante o un chute de azúcar? ¿Y si el chute es de heroína? De momento ya sabemos qué prefieren las ratas

Por encima de todo

El estudio de rigor ha sido publicado recientemente en Estados Unidos. Y pone de relieve que los roedores prefieren salvar a un compañero antes que darse un atracón de azúcar. Ahora, otra cosa es cuando la recompensa es heroína. Ahí la cosa cambia. Ahí son capaces de pasar por encima de un compañero en mal trance con tal de conseguir su dosis.

Para llegar a semejante conclusión, eso sí, fue necesario torturar unas 64 ratas. Primero se las encerró durante dos semanas en la misma jaula, que ya se sabe que el roce hace el cariño. 

Después una de las ratas fue encerrada en un minúsculo tubo de plástico del que no podía moverse, y mucho menos comer por sí sola. Para eso fue entrenada la otra rata que debía encargarse de alimentar al animal atrapado. 

Rata yonki

Pero ojo, que el destino de esa rata libre no ha sido mucho mejor. Durante unos días se les sometió a una ración extra de azúcar a un grupo y heroína a otro. Al final, lógicamente, han acabado yonkis perdidas. 

Lo curioso es que mientras las ratas adictas al azúcar eran más proclives a ignorar los cebos de los investigadores en forma de golosinas, las ratas enganchadas al opio no fueron capaces de ignorar la ansiedad. Pasaban por encima de su compañero e iban directas a por la dosis. 

Sin duda se trata de un descubrimiento sorprendente que seguro que tiene muchas aplicaciones en el ser humano y habrá merecido la pena el sacrificio de 84 ratas.