Lo nuestro es calentar planetas y satélites, está claro. No solo estamos incrementando la temperatura en nuestro planeta en niveles preocupantes. Ahora resulta que también calentamos la superficie de la Luna. 


Viajes a la Luna

Es la conclusión a la que ha llegado un estudio de la Universidad Tecnológica de Texas. Según este análisis, los sucesivos pasos del hombre por nuestro satélite durante los primeros años de la década de los setenta incrementaron la temperatura sobre el suelo lunar.

Desde la primera misión que dejó un ser humano en la Luna, en julio de 1969, Estados Unidos continuó lanzando astronautass para explorarla en otras misiones, especialmente en los años 1971 y 1972. En todas estas misiones se recogieron muestras del suelo lunar y rocas. 

Culpa de los paseos

Al parecer cada paseo espacial, recorrido de rover y cada recogida de muestras provocaba que se removiera la capa superficial de la Luna. Debajo de este sustrato de polvo, existe otro con un tono mucho más oscuro. Esto generaba más calor, dado que esa capa oscura refleja menos radiaciones solares. Y dada la alta exposición de la Luna a los rayos del Sol, debido a que no tiene atmósfera, esta absorción de rayos solares provocó un importante incremento de la temperatura en el terreno. 

Para alcanzar estas conclusiones, los investigadores han tenido que recuperar y reintrerpretar el registro de muestras de la temperatura de la Luna de distintos años de la década de los setenta. Este análisis ha detectado un incremento del calor anómalo que duró hasta el año 1977. Es decir, hasta cinco años después de la última visita humana a la Luna no se volvió a cubrir la mayor parte de las zonas erosionadas por el paso de los astronautas.