Un 15% de la población es zurda, un 1% ambidiestra y el resto diestra. Y esto, en un mundo claramente concebido para diestros. Necesidad de tijeras específicas, codazos, tornos del metro con el pase a la derecha…¿Por qué son minoría? ¿Qué determina qué mano es la dominante? Hasta hace poco, se creía que era algo que definía el cerebro, que diferenciaba en la actividad biológica del hemisferio derecho y el izquierdo.

Sin embargo, un estudio publicado en la revista eLife, dirigido por Sebastian Ocklenburg en la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), explica que la decisión depende de la médula espinal. E incluso antes del nacimiento, lo cual también desmontaría la teoría de que la prevalencia de un lado del cuerpo sobre el otro se desarrolla durante el crecimiento del bebé.

Algunos embriones, ha detectado la investigación, registraron mayor dinamismo de los genes en el lado izquierdo o el lado derecho de la médula.

Este tejido conecta el encéfalo con el resto del cuerpo. Si la actividad de los genes en la médula espinal es asimétrica en el útero, podría ser lo que hace que una persona sea diestra o zurda. El feto ya puede iniciar movimientos y elige una mano favorita antes de que el cerebro comience a controlar el cuerpo. Los movimientos de brazo y mano comienzan en el cerebro, en un área llamada corteza motora, que envía una señal a la médula espinal para generar el movimiento. Los investigadores descubrieron que mientras el feto está creciendo en el útero, hasta aproximadamente las quince semanas, la corteza motora y la médula espinal aún no están conectadas, pero ya se ha determinado si domina la derecha o la izquierda.