Estamos muy lejos de comprender las dinámicas que gobiernan la Tierra. O de llegar a ser conscientes de lo resistente que es la vida en nuestro planeta. Ahora hemos descubierto que el meteorito que acabó con los dinosaurios en realidad trajo vida. 

Hace 66 millones de años

Es el resultado de una investigación realizada por el International Ocean Discovery Program. Según este estudio, la vida resurgió con mucha velocidad en el lugar exacto del impacto de Chicxulub, en la actual península de Yucatán, hace 66 millones de años. 

Aunque el asteroide acabó con el 70% de las especies de seres vivos sobre la Tierra, generó un fenómeno que devolvió la vitalidad a la zona en lo que, geológicamente, se considera un lapso de tiempo corto. Exactamente 30.000 años. En términos astronómicos es un periodo muy breve y ha sorprendido a los expertos que pensaban que el área habría tardado mucho más en recuperarse. 

Mejor cuanto más cerca

Curiosamente, esa recuperación fue más lenta en las zonas alejadas del impacto. La razón es que tanto la caída de la roca de 10 kilómetros de diámetro como sus consecuencias generaron grandes corrientes entre zonas de aguas cerradas y áreas de aguas abiertas. Este intercambio llevó nutrientes a la zona más baja del cráter que provocó el impacto. 

El resultado fue un ecosistema de alta actividad favoreciendo el rápido restablecimiento de las condiciones favorables para el desarrollo de vida. 

Los resultados del estudio se han basado en el análisis del registro fósil del sedimento marino. Fue en los niveles inmediatamente posteriores al impacto en los que se encontraron restos los fósiles de material orgánico más antiguos.