La preocupación colectiva, generalizada pero probablemente insuficiente, por las amenazas que acechan a las abejas, motivó el primer Día Mundial dedicado a esta especie, celebrado el pasado 20 de mayo en la localidad eslovena de Breznica, ciudad donde, en tal fecha pero de 1734, nació Anton Janša, considerado el pionero de la apicultura moderna.

El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, ofreció varios datos con ocasión de esta conmemoración, como que la polinización sostiene la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios en todo el mundo, por ejemplo los de las manzanas, fresas, pimientos, cebollas, café y cacao.

También informó de que una sola abeja liba habitualmente cerca de 7.000 flores por día, y son necesarias cuatro millones de libaciones para producir un kilogramo de miel. Y así lo resumió la ONU Medio Ambiente en su perfil de Twitter: “Una cucharada de miel equivale al trabajo de 12 abejas durante toda su vida”. La vida de un zángano oscila entre los 5 y los 15 días.