Es el principio del fin de las bolsas de plástico ligeras en España. Recientemente se publicaba que el nivel actual de reciclaje en nuestro país está en el 31%, ante lo que el Parlamento Europeo le ha pedido que pase de un nivel nacional de reciclaje que se sitúa en el 31% a uno del 55% en 2025 y del 65% en 2035.

El Gobierno tiene en marcha la Estrategia Española de Economía Circular -que incluye un plan de acción de 2018 a 2020-, y entre otras medidas que incluye, figura la propuesta de poner  fin a esas bolsas de plástico ligeras que todavía se entregan de forma gratuita en numerosos comercios, un envase medioambientalmente dañino por su baja reutilización y porque se dispersa como basura fácilmente debido a su reducido peso.

A efectos plásticos, la medida implica que el consumidor tenga que pagar a partir del próximo 1 de julio por cada bolsa de plástico ligeras que reciba, sea cual sea su tamaño, algo ya generalizado en España para las bolsas de plástico más grandes. La medida se ha aprobado en Consejo de Ministros ha aprobado por Real Decreto, a propuesta del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, transponiendo al ordenamiento jurídico español la directiva comunitaria para reducir el impacto medioambiental de los envases y de sus residuos.

Esta categoría de bolsas de plástico se clasifican, según su peso, en tres grandes categorías: las “muy ligeras” (menos de 15 micras) que se utilizan por lo general para productos de higiene, frescos o a granel como frutas, carne o pescado; las “ligeras” (menos de 50 micras) que se entregan de forma gratuita en muchos comercios; y las “gruesas” (más de 50 micras) por las que los comercios ya cobran una pequeña cantidad pero que se suelen reutilizar con frecuencia.