Hacer turismo es maravilloso. Viajamos, conocemos otras culturas y países. Volvemos con un millar de fotos y subimos otro buen número a las redes sociales. Pero no sabemos que también estamos contribuyendo, y mucho, al cambio climático.

Del 8 al 20 por ciento

Ahora, un estudio de la Universidad de Sidney apunta que el turismo es el responsable nada menos que del 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso va más allá y apunta a que las diferentes industrias relacionadas con este sector pueden estar detrás del 20% de emisiones.

Estas emisiones se producen sobre todo en los viajes domésticos y son más altas en países como Estados Unidos, China, Alemania e India, las cuatro mayores responsables de los 160 países analizados en el informe. Los vuelos, trayectos por tierra, gastos de hoteles y comida o la producción de souvenirs emiten 4.500 toneladas de CO2 y otros gases que están contribuyendo al cambio climático. 

Un 4 por ciento más al año

Lo peor de todo es que este dato es del año 2013, el último en el que se tienen este tipo de datos. Y los expertos estiman que, dado el boom del turismo que vivimos en la actualidad, puede estar creciendo entorno al 4 por ciento anual. Así, calculan que esta industria millonaria podría llegar a emitir 6.500 toneladas de gases nocivos en 2025

Los responsables del estudio apuntan a que los vuelos son el mayor generador de este tipo de gases y solicitan que en la medida de lo posible se sustituyan en viajes por tierra, dado que muchos de estos vuelos son de carácter doméstico.

Solo queda un dato por estimar como admiten los propios autores del informe. Pensar que si los turistas se quedaran en casa habría menos emisiones puede no ser cierto. Al fin y al cabo, cuando la gente está en sus casas también producen emisiones al encender la calefacción o hacer desplazamientos dentro de la misma ciudad.