El mundo del deporte genera ejemplos constantemente. Es una de sus fuertes. La capacidad para sorprendernos y mostrar lo mejor del ser humano. Y sí, a veces lo peor. Pero en este caso queremos hablar de la historia de Shaquem Griffin.

Recibir a una mano

Shaquem es un joven jugador de fútbol americano. Como otros tantos está a punto de debutar en la NFL, la liga profesional más importante del mundo. Y aun sin haber disputado ni un solo minuto de juego ya es noticia. Y leyenda

Porque Shaquem va a ser el primer jugador profesional de futbol americano que solo tiene una mano. En un deporte en el que la recepción del balón es un elemento clave, la historia de Griffin es toda una motivación

El mejor tiempo

La motivación de un niño que no se detuvo ante la adversidad. Shaquem sufrió una grave enfermedad en la gestación, el síndrome de bridas amnióticas, a consecuencia de la cual los médicos tuvieron que amputarle la mano izquierda muy poco después de su nacimiento. Pero eso no impidió que Shaquem siguiera trabajando y luchando por su sueño. 

Ahora se hace realidad. El pasado verano fichó por una de las grandes franquicias de la NFL, los Seahawks de Seattle, campeones de la liga en 2014. Desde hace un año, el hermano de Shaquem, Shaquil, es miembro del equipo de la costa oeste. 

Evidentemente, el hecho de que fiche por un equipo profesional no es un regalo. Shaquem ha tenido que pasar severas pruebas más allá de demostrar que está capacitado para jugar al más exigente nivel. Por ejemplo, fue capaz de levantar 100 kilos en 20 repeticiones durante los test previos a su fichaje. Aunque en lo que más destaca en su velocidad. En la prueba de 40 yardas (36 metros aproximadamente) obtuvo una marca de 4,38 segundos, el mejor tiempo en media década.