Hemos perdido los glaciares. Un estudio conjunto de las universidades de Bremen e Innsbruck ha concluido que el deshielo de estos ríos sólidos ha superado el punto de no retorno. Aunque fuéramos capaces de detener, incluso de revertir, el cambio climático, será ya demasiado tarde para estas formaciones. 

Reacción lenta

Será mejor que nos vayamos acostumbrando. Que asumamos la perdida de hábitats y con ellos, la biodiversidad que albergan. Hagamos lo que hagamos. Ya es demasiado tarde para muchos de estos entornos. Los glaciares, por ejemplo, dejarán de existir en este siglo

Según los científicos, el derretimiento de los glaciares, más allá incluso de un improbable cambio en el volumen de emisiones de CO2, se debe a un fenómeno físico. Estas formaciones reaccionan de manera extremadamente lenta al cambio climático. Los gases que estamos emitiendo hoy pueden afectar a la masa de hielo incluso en el próximo siglo. Si para entonces queda algo. 

Lo más relevante del informe es que se ha calculado teniendo en cuenta cómo afectarán las emisiones previstas en los Acuerdos de París a todos los glaciares del mundo. Solo se han exceptuado las masas de hielo antárticas y de Groelandia. 

Ni París los salva
Con una ascenso de las temperaturas como el pactado en el acuerdo, de 1,5 grados, más del 36% del hielo de los glaciares se derretirá sea cuál sea el volumen de emisiones en los próximos años. Es decir, en el caso mágico de que hoy mismo cesaran todas las emisiones de gases de efecto invernadero, un tercio del hielo glacial no se salvaría. Se escurrirá convertido en agua ladera abajo de las montañas. 

El problema real es el tan comentado “efecto retroalimentación”. La desaparición de este tercio de los glaciares comporta el aumento del nivel del mar y de la insolación terrestre. Ambos factores contribuyen tanto al incremento de las temperaturas y ese ascenso derrite más los glaciares. Y ya es tarde para cambiarlo.