Hay profesionales que se creen a salvo de la ola de robotización laboral que se anuncia. Los periodistas, por ejemplo, piensan que ningún robot podrá sustituirlos. Pero lo cierto es que grandes medios y agencias como Reuters están empezando a emplear robots en sus redacciones. 

Redacción cibernética
De momento la agencia de noticias asegura que los robots escriben malas historias. Pero no han dudado en implantar dos sistemas que hacen que las máquinas colaboren en la elaboración de artículos. De momento en una redacción mixta, por definirlo de algún modo, aunque ellos se han apresurado a llamarlo “redacción cibernética”.  

Es una primera prueba de la convivencia de humanos y robots en estos entornos. La misión de las máquinas es doble. Por un lado, rastrean comentarios en redes sociales en busca de noticias de última hora. Esas aportaciones al periodismo que hacen los ciudadanos anónimos colgando vídeos o post con un acontecimiento del que han sido testigos. 

Escriben pequeñas noticias
La otra herramienta que está empleado esta ciberredacción es un algoritmo que bucea en la información económica. Rastrea todos los datos que aparecen y los ordena. La idea es que luego un redactor con sangre en las venas tenga más fácil la creación de un artículo a partir del trabajo previo de las máquinas. 

Pero lo que todavía no han conseguido los robots es discernir. Por más que los robots de Reuters estén equipados con los últimos avances en Inteligencia Artificial, la elección de qué es noticia y qué no todavía corresponde a los redactores humanos. También otros criterios estrechamente relacionados con la profesión como el enfoque y el tono. 

Aún así se están atreviendo a darles a los robots pequeños trabajos. Un poco como ocurre con los becarios en los veranos de los medios, las máquinas están redactando pequeños artículos e incluso redactando titulares de estas noticias. Es decir, como empezamos todos.