Su nombre científico es Elusor macrurus, pero se la conoce como la "tortuga punk". Mide 40 centímetros, aunque gracias a su larga cola puede crecer un 70 por ciento más. Es de agua, y vive solo en el río Mary de Queensland (Australia). Y lo que más llama la atención: tiene los ojos azules y el pelo verde, con una cresta tipo punk, y las branquias en el ano.

Ahora, ha pasado de ser una de las criaturas más extravagantes del mundo a convertirse, además, una de las más amenazadas según la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés), que ha publicado que ya se ha añadido a la lista de los animales en peligro de extinción que elabora la Evolutionarily Distinct and Globally Endangered (EDGE). En concreto, la tortuga se ubica en el puesto 30 de la categoría "reptiles" que están a punto de desaparecer.

El animal más amenazado, según la ZSL, es la tortuga cabezona de Madagascar, de nombre científico Erymnochelys madagascariensis. Otras especies en peligro de extinción son la boa de la Isla Redonda, un camaleón endémico de Madagascar o la tortuga boba papuana, comúnmente conocida como tortuga de Ramsay y tortuga de nariz de cerdo.

Protegida desde hace décadas

¿Qué ha llevado a la tortuga a este escenario? Entre los años 60 y 70 era la mascota preferida entre los australianos. Capturaron unas 15 mil y las vendieron en tiendas de animales de todo el país, por lo que el gobierno terminó prohibiendo su comercialización. Años más tarde, un estudioso de las tortugas de Sidney, John Cann, redescubrió la especie en el río Mary, en Queensland, y la clasificó como una nueva especie de una larga estirpe de reptiles. El objetivo ahora es conservar las 100 especies que con mayor riesgo que integran la lista, y frenar la caza furtiva.